domingo, 17 de febrero de 2013

Todas queremos ser Marilyn





   "Me gustan tanto las mujeres bellas que deseo ser una de ellas" (reflexión más sincera que realizable).

   Cuando somos niños o niñas y leemos cuentos de hadas o aventuras de piratas todos fantaseamos con ser él o la protagonista de esas palpitantes historias. Al ir creciendo, nuestros gustos van variando pero aún conservamos el placer por protagonizar, en la realidad o la imaginación,  las historias en donde somos el héroe o la heroína. Un grupo muy particular de protagonistas de historias lo conforman aquellos señores que habiendo nacido con pene y testículos, sólo desean en sus húmedos sueños poder ser aunque sea por una noche, la noche ideal, una reencarnación de Marilyn Monroe.

   Sabemos los riesgos a que se enfrentan, tanto en su vida privada como profesional. Muchos deciden dar ese paso, total o temporal, hacia su deseada transformación; otros en cambio, más tímidos, sólo se atreven a fantasear en sus ensoñaciones íntimas. No los juzgo sino todo lo contrario, hoy quiero levantar una bandera en defensa de la libre expresión de estas Marilynas que, por un modo u otro, han sido condenadas por su propia incandescente sexualidad a ponerse la peluca rubia, un vestido blanco plisado y encender un ventilador casero en una habitación en penumbras, a escondidas, para poder sentir volar su falda, y con ella, su imaginación, mientras un bulto mal disimulado crece dentro de su lencería en forma incontenible, asi como crece la alegría de sentirse ser, aunque sea por unas horas, la más bella de las mujeres que haya existido.

   Convicciones se escribe con C de carnaval. Esta época de carnavales es especial para Ellas y para su liturgia de adoración a la virgen pagana de Hollywood. Esa es la convicción que las Marilynas exhiben al buscar dentro de un closet aburrido, masculino y asexuado ese brillo mágico del vestido de ensueño. Decorarse en finas telas, broderies perfumados de jazmín, lencería burlesque, una corta cabellera platinada y el maquillaje tan deseado, es su travesía a Disneylandia. Pero ese viaje hacia un mundo de apariencias es un ritual tan condenado que ni siquiera llega a ser rechazado por las amargas del escuadrón de la antialegría. Lo niegan o lo ridiculizan. Dicen respetar, con falaz hipocresía, al trans que dió el paso total y final pero desprecian al cobarde que no se atreve y que además tiene fijado, pecado de los pecados, un estereotipo de belleza y femineidad que ellas rechazan por anticuado y sexista (yo estoy segura que además lo hacen porque es inalcanzable). Por supuesto que las mentes de las Marilynas funcionan a un nivel de detalle que sólo podría ser alcanzado por un sofisticado diseñador de modas y al reinventarse como féminas desde ese estereotipo tan perfeccionado, es que encuentran su morbo y su placer.

   Las Marilynas admiran a sus modelos femeninos y quieren vivir y respirar el mismo aire que sus Diosas exhalan. Cada detalle, por diminuto que sea, que vayan agregando a la recreación de su personaje, representa un peldaño más en esa escalera interminable que las conduce al paraíso de la femineidad total. Los elementos fetichistas, inofensivos para el no iniciado, despiertan en Ellas sensaciones y deseos que las van acercando cada vez más a ese ideal de mujer deseada. Yo también pertenezco a una especie femenina exótica, será por eso que las quiero tanto.

  No sé cuantos sitios en español se dedicarán a cultivar el arte de estas geishas de Occidente. Tampoco sé cuantas seremos las mujeres biológicas que nos dedicamos a escribir pensando en Ellas y a compartir con Ellas sus rituales de transformación y goce.  Solo puedo dar testimonio de lo gratificada que me siento en su compañía y al estar rodeada de Ellas, de que me excito lésbicamente cuando las veo vestirse y maquillarse, y mucho más cuando las adivino ansiosas por someterse a Mí y compartir mi erótico mundo femme. Pero también desde lo psicológico, no sólo lo sensorial, sé que yo misma me libero cuando las hago liberarse y las ayudo a sentirse comprendidas y respetadas como hembras. En muchas sesiones Femdom impulso a mis sumisos a la feminización, parcial o total. Sé que si lo logro, habrá un click que cambiará mágicamente el clima de esa noche. Busco a esa gatita erótica que muchos varones llevan encerrada y a veces puedo descubrirla. La atmósfera entonces parece electrizarse y no se sabe que es lo que puede pasar, hasta donde se podrá llegar. Gracias a Ellas, mis sesiones son tan, tan diferentes a las del BDSM convencional, siempre consensuado y pautado, siempre repleto de protocolos y técnicas.

   Y si en el mundo verdadero hubiera muchas más Marilynas de las que nos imaginamos? Cuantas generaciones post-Monroe necesitaremos, humanos adultos y sexuados, para poder blanquear la fascinante lujuria del sissismo? No lo sabemos. Desde este, Mi Magazine, y de la mano enguantada y perfumada de mis lectoras Marilynasizo el estandarte del orgullo de los varones que quieren vestirse como sus Diosas soñadas, aunque sea una vez en la vida, y los exhorto a no decaer en esa lucha por compartir su mundo con otra Diosa real para complacerla y adorarla. Por un mundo menos amargo y más Sado, menos oprimido y más Sensual, menos agresivo y más Marilyno.













11 comentarios:

  1. Comparto contigo una vez mas...las Marilynas son tan sexys, tan artificialmente auténticas que a las mujeres como nosotras, nos dan ganas de acompañarlas en su transformación de oruga a mariposa, tanto desde el deseo lésbico como solidariamente. Te mando un beso!!

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    1. Gracias...y como me gustó la frase "artificialmente auténticas" !!!

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  2. Marylins y Marilynas xd...estupendisimo post....A colacción, en la actualidad veo una serie sobre Ella, el músical, Smash...

    La frase: "Me gustan tanto las mujeres bellas que deseo ser una de ellas" sin desperdicio....ahí lo dejo yo también

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    1. Un beso, Milady!!! Un gusto tenerla por aquí, pase cuando quiera!

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  3. Qué bonito post, qúe bonito!!! Me han calado hondo tus palabras, noto algo móviendose en mi interior, comparto todo lo que dices, es para enmarcarlo querida Roxy.
    Podría hablar laaargo y tendido sobre el tema que tratas y en el que me siento gratamente aludida, pero casi mejor, prefiero ir contándolo poco a poco en mi blog, muchas de mis experiencias, tanto en la infancia, como en la actualidad.
    "Me gustan tanto las mujeres bellas que deseo ser una de ellas", esa frase, con el paso del tiempo me he dado cuenta que era así, y no como pensaban todos/as mis amigos/as, que siempre han dicho que no conocen a nadie que le gusten tanto las mujeres como (aquí el/la que les habla) a mi. En parte tenían razón, me gustan, pero no con la intención de acostarme con ellas, las miraba con cierta envidia. Pero eso ya lo comprendí, y ahora ya sé lo que quiero.
    No me quiero enrollar más, ya lo irás viendo poco a poco, QUERIDA.
    P.D. Por cierto, me he vestido de mujer en muchas ocasiones, pero nunca de Marilyn, jiji. Ya sé que tengo algo pendiente por hacer.
    Besitosss querida y admirada Misstres Roxy

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  4. Bufffff! Que puedo decir queridisima Mistres Roxy? A parte de dar las gracias por un articulo tan maravilloso y fantastico y felicitarte por la visión tan clara y tan respetuosa que tienes del mundo sissy poco más se puede añadir. Un besazo muy grande, de verdad, emocionante.

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    1. Ustedes, querida gerita, me han hecho parte de su mundo, me han permitido entrar y mirar en su closet tan prohibido y tan bello. Que mas puedo hacer sino homenajearlas?

      besos

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  5. Mistress Roxy:

    me ha hecho emocionar. Gracias por reflejarnos con tanto respeto, amor y dedicación. Yo también sueño con ser Marilyn, aunque sea por una noche.

    A sus pies

    Susy Sissie

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  6. Hace un año, una amigo virtual me acercó tu blog. Escribís exquisito. Abrazo.

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