sábado, 23 de junio de 2018

La Cougar Francesa y su sumiso presidente






   Cougar es una expresión coloquial en inglés que se usa para definir a las mujeres que buscan para el amor o simplemente para sexo a una pareja masculina considerablemente más joven. La traducción es puma y establece un paralelismo con el mundo animal. Mujeres maduras que se comportan como felinas depredadoras yendo a la caza de hombres más jóvenes.

   La historia de Brigitte y Emmanuel ha dado la vuelta al mundo y no es para menos. La resumo brevemente; ella es Brigitte Trogneux, hija de una familia acaudalada de la región de Amiens, esposa de un banquero y propietaria de una fábrica de chocolates. Reconocida no solo por su glamour sino por ser una excelente profesora de teatro que preparaba clases provocativas y cautivantes, Brigitte escuchó hablar por primera vez de Emmanuel Macron por boca de su hija Laurence, quien llegó un día a casa sorprendida por la capacidad y la inteligencia de un compañero de clase. El joven en cuestión era un alumno sobresaliente en todas las disciplinas. La profesora, entonces de 39 años, pudo confirmarlo por su propia cuenta cuando fue su alumno en la clase de drama y Emmanuel le propuso trabajar juntos para una obra de teatro.

   Al poco tiempo, los padres de Emmanuel notaron que estaba enamorado pero pensaron que era de Laurence. Pero resultó que en realidad era de su madre. Cuando se enteraron, comenzaron por pedirle a ella que se alejara de él. Luego, en un intento por separarlos, enviaron a Emmanuel a París a completar el último año de bachillerato en el liceo Henry IV. Así pensaron que él conocería a otras chicas y que la olvidaría. Pero no contaban con la firmeza y la decisión de nuestro héroe. Al despedirse de ella, con apenas 17 años, Emmanuel le dijo a su profesora: un día me casaré contigo. Y como buen sumiso de una mujer cougar, el muchacho cumplió.

   La periodista Luisa Corradini explica en esta columna la fascinación mediática que sigue provocando en todo el mundo el amor apasionado entre Brigitte y Emmanuel a través de libros y documentales de TV que en estos días comparan a la esposa del presidente francés con las grandes heroínas de la novela romántica francesa.


La primera dama que eclipsa al presidente francés


   Intelectual, inteligente, ícono de moda, embajadora del savoir-faire à la française, símbolo (falso) de la mujer liberada y ahora, heroína de novela, según un reciente documental. Los superlativos ya escasean para definir a Brigitte Trogneux. Pero esa profusión también demuestra el sitio cada vez más sustancial que ocupa la actual primera dama francesa en la acción presidencial.

   La vida de Brigitte Macron es una novela cuya trayectoria ningún autor podría haber imaginado: de profesora en un liceo provincial al Palacio del Elíseo, dice una voz en off al comienzo de un documental realizado por Virginie Linhart sobre la mujer del presidente Emmanuel Macron y difundido en Francia el miércoles pasado.

   En el film, titulado Brigitte Macron, una novela francesa, la primera dama es comparada con un personaje de la literatura del siglo XIX. Pero ¿una heroína al estilo de Stendhal, de Rousseau o de Maupassant? A juicio de algunos especialistas, una sola de esas figuras no basta para resumirla.

   Difícil encontrar un autor del siglo XIX que haya osado relatar una pareja tan perfecta, tan enamorada, atípica, romántica y novelesca. Tanto que describir esa realidad haría dudar de la ficción, analiza Clelia Renucci, autora de Libres para amar, las cougars en la literatura.

   Es verdad, cuando uno evoca el destino excepcional de la primera dama, no es fácil resistir la tentación de compararla con numerosas heroínas de la literatura clásica francesa, rica en personajes femeninos maduros, mujeres casadas y con varios hijos, que se enamoran de hombres mucho más jóvenes y deciden romper con las convenciones que las asfixiaron durante su juventud. Ese es el caso de la Madame de Rênal de Stendhal, ese monumento de la literatura francesa que cuenta la apasionada historia de amor entre una gran burguesa madura y el joven Julien Sorel, ambicioso hijo de campesinos.

   Aunque Emmanuel (de 40 años) no es hijo de campesinos, Brigitte Trogneux (65 años) es la historia de una madre de familia de Amiens, cuya vida se transformó por un joven 25 años menor que ella y que, tras un coup de foudre (flechazo), rompió con todas las convenciones a las que se había plegado durante su vida.

   En todo caso, si bien formó al joven Emmanuel intelectual, y casi con certeza físicamente, al estilo de una Madame de Warens, la amante de Jean-Jacques Rousseau en Las confesiones, fue él quien la inició al amor, advierte Renucci. Desde entonces, la vida de los Macron se transformó en un amor-fusión que dura hasta hoy. Y que sin ninguna duda tuvo un precio. Sobre esos prejuicios, Stendhal escribirá justamente en Rojo y negro: Cuando se trata de amor, la diferencia de edad es, después de la diferencia de fortuna, uno de los grandes lugares comunes del chusmerío provincial.

   Así como el Julien Sorel de Rojo y negro debe dejar Verrières, la ciudad donde vivía, para evitar los cotilleos, Emmanuel se fue de Amiens con destino a París a los 17 años con la esperanza de aplacar el escándalo provocado por la relación con su profesora de liceo.

   Años después, por fin casada con Emmanuel Macron, Brigitte empezó un nuevo capítulo de su vida en París, donde disfrutó mucho más de su libertad como profesora de Letras que como esposa del banquero de Rosthchild y después ministro de Economía. Pero sería un error pensar en ella como en la parte sumisa de la relación, que se sometió dócilmente a la ambición de su marido.

   Brigitte es la gemela del personaje principal, exactamente igual de ambiciosa. La que abre puertas y le permite acceder a un mundo que él desconoce, reflexiona la profesora de Literatura Marie Bourgeon.

   Ella será, en efecto, como la Madame de Forestier de Bel Ami, de Guy de Maupassant. O una versión femenina de Pigmalión, el personaje de George Bernard Shaw sin el cual su hombre hubiera sido incapaz de llegar tan lejos. Brigitte organizó cenas mundanas, controló la comunicación de la pareja, participó en las reuniones ministeriales y tuvo un papel central en la campaña presidencial. En ese sentido, a pesar de que ambos intentan proyectar una imagen ultramoderna, representan todos los clichés del siglo XIX, según los cuales el hombre político no es nada sin su mujer.

   Ustedes siempre parecen sorprenderse cuando las esposas se dedican a sus maridos. Ya es tiempo de evolucionar un poco. Ese es nuestro lugar, respondió Brigitte cuando le preguntaron por qué había abandonado su carrera para dedicarse totalmente a su marido.

   El final del documental está consagrado a Madame Macron después de un año en el Elíseo y la obligación de mantener el silencio impuesto a toda primera dama, sin función oficial en el sistema institucional francés. Según Bourgeon, en este caso, Brigitte evoca a la Madame Arnoux de La educación sentimental, de Gustave Flaubert, cuyo enamorado platónico y mucho menor conservará de ella la imagen de la primera vez que la vio. Una imagen cristalizada en el tiempo.

   Lo mismo sucede en Francia, y el resto del mundo, donde solo ven a la esposa del presidente en su versión oficial, como los comunicadores quieren mostrarla. Las imágenes son siempre las mismas: la profesora talentosa y atenta a la gente, con una sonrisa luminosa, vestida como un ícono de moda y viviendo una auténtica pasión-fusión con Emmanuel Macron.

   Jamás nadie fue amada como yo, dice Madame Arnoux en La educación sentimental. Dos siglos después, bajo la Quinta República, ninguna primera dama de Francia provocó tanta fascinación, y probablemente aversión, como Brigitte Trogneux.


Luisa Corradini



Brigitte y Emmanuel, hace muchos años

Fuente:
https://www.lanacion.com.ar/2144705-brigitte-macron-la-primera-dama-que-despega-y-eclipsa-al-presidente-frances


domingo, 17 de junio de 2018

Los precursores. Gene Bilbrew. Feminización









   Gene Bilbrew es considerado uno de los padres del comic fetichista. Nacido en Los Angeles en 1923 como Eugene Bilbrew, trabajó en arte gráfico desde muy joven hasta que en 1953, se vinculó con Eric Stanton y con Irving Klaw. Sus trabajos en fetish art comenzaron a llamar la atención y Bilbrew se convirtió en uno de los principales colaboradores de la célebre revista fetichista Exotique, publicada por Leonard Burtman entre 1955 y 1959, donde publicaba sus trabajos bajo el pseudónimo ENEG.


   Estos son algunos de los dibujos de Bilbrew explorando la temática de la feminización forzada y el travestismo Femdom.   






















































domingo, 10 de junio de 2018

Dominar es darme los gustos




   Egoísta. Ególatra. Altanera. Así nos denuncian a las Dóminas, pretendiendo descalificarnos. Lo peor es que tienen razón. Yo siempre gocé el sexo haciendo lo que quise, como quise y cuando quise por la simple razón de que pude hacerlo y entonces lo hice. Así me place. En el sexo, soy YO, primero Yo y siempre Yo. Yo busco el placer, y si lo encuentro, lo quiero todo para Mí.

   No soy humilde. No tengo porqué serlo. Mi identidad de Ama no la construí sobre caridades ajenas ni necesidades o carencias. Al pedestal del Femdom hay que subir con un esbelto movimiento de cintura, melena soberbia y mirada altanera. No se sube arrastrándose, ni pidiendo permiso, ni por la gracia de algún sumiso que te valide con su entrega. Las formas son cuidadas y estereotipadas pues la esencia de la dominatriz lo amerita. Sin formas no hay esencia. En la dominación femenina, las formas lo son todo.

   Si leíste por ahí que una Ama es una especie de mamita que se dedica a cuidar las necesidades de los sumisos, yo agrego que es muy probable que ella no tenga gran cosa para dar. Quizás por eso, ella te necesite como sumiso. Mujeres incapaces de desarrollar mecanismos de seducción en su vida sexual terminan volcándose hacia la protección de otros como un escapismo. Ya sabemos que cuando se trata de una mujer, la sociedad premia el sacrificio altruista. También en el BDSM. Allá ellas.

   El mío es un comportamiento vampírico más que narcisista. No se trata de creerse superior y esperar la ofrenda sino que Yo quiero algo (todo) del otro sin otra lógica ni explicación que mi placer. Así me encuentro con Mi identidad domme y el otro, al entregarse puede decirse así mismo sumiso. Yo soy quien pone los colmillos en el cuello de un objeto sexual, sin importar su condición de sujeto porque sólo busco la savia sumisa para llegar a Mi máxima satisfacción, que no tiene por qué traducirse en su orgasmo aunque casi siempre termina así.

   Dominar es darme los gustos. Exijo y me dan. Y como me dan sin reparos, más me envicio. Ese capricho de viciosa mezclado con la dosis justa de altanería, es lo que nos caracteriza a las Dóminas como las grandes egoístas del sexo.




lunes, 4 de junio de 2018

Magenta, on the cover of a magazine



   Magenta es la obra maestra pin up - Femdom del italiano Nik Guerra. Le he dedicado ya algunas entradas en mi blog y creo que también se merece ésta, en donde su sensual figura ilustra las tapas de libros y revistas de comics eróticos. Este es el calendario de Magenta, on the cover of a magazine.



Enero



Febrero



Marzo



Abril



Mayo



Junio



Julio



Agosto



Septiembre



Octubre



Noviembre



Diciembre

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