viernes, 16 de junio de 2023

Historias lesbianas. The Gateways

 

   El hermoso barrio de Chelsea en Londres esconde muchos secretos. Uno de los más fascinantes tiene que ver con un club legendario para mujeres homosexuales que ya no existe pero que es parte de la historia de la ciudad cuando gays y lesbianas debían crear sus propios lugares de fraternidad y encuentro en espacios que por lo general se camuflaban bajo los nombres de clubs privados. Para ellas, el más célebre de todos fue el Gateways, situado en el cruce de King's Road con con Bramerton Street. Apodado The Gates, fue uno de los pocos lugares donde las lesbianas podían reunirse abiertamente durante los años cuarenta, cincuenta y sesenta.


La puerta verde de The Gates sobre Bramerton St



   Para muchas inglesas, una visita a The Gateways representaba la única posibilidad de experimentar por primera vez la intimidad entre mujeres. No se admitían acompañantes masculinos y el local funcionaba de una forma sumamente prolija y ordenada. Era un club semiexclusivo cuya atmósfera permitía a las mujeres homosexuales o bisexuales sentirse seguras y confiadas en una época en que se les prohibía expresarse libremente y eran frecuentemente expulsadas de bares y restaurantes.

   La fama del club como foco de una naciente comunidad lesbiana se expandió durante la Segunda Guerra Mundial, cuando un gran número de mujeres inglesas y norteamericanas vinieron a Londres a participar del esfuerzo bélico y necesitaban un lugar en donde encontrarse. Aquellos años tuvieron un impacto enorme en la subcultura homosexual. Las chicas jóvenes estaban fuera de casa por primera vez, ya sea trabajando en las fuerzas armadas como personal femenino o en empleos relacionados con la guerra. Distanciadas de la opresión de sus familias pudieron experimentar por primera vez una sensación de independencia. Muchas de ellas provenían de pequeños pueblos en donde debían esconder su verdadera sexualidad y se veían obligadas a intimar con varones a los que no deseaban. El ambiente íntimo del Gateways resultaba ideal para ellas.

   El club era propiedad de un matrimonio, Ted Ware y Gina Cerrato. Era Gina quien estaba a cargo noche tras noche y tomaba las decisiones. Su principal colaboradora era un mujer norteamericana lesbiana que se hacía llamar Smithy, que originalmente vino al Reino Unido durante la guerra como personal militar y decidió quedarse en Londres. Para poder legalmente vivir allí, consensuó un típico matrimonio pantalla, algo bastante común en aquellos tiempos. Muchos sospechaban que en la realidad, Smithy y Gina eran algo más que amigas cercanas y socias en la dirección del club.

   Durante los sesenta, los célebres años del Swinging London, The Gateways vivió su apogeo y era muy popular entre artistas y celebridades; hasta fue visitado por actrices famosas como Joan Collins y Diana Dors. Pero se equivoca quien imagina un ambiente liberal parecido a los clubes gays de hoy. Los testimonios de las asistentes al club afirman que los roles estereotipados se respetaban a rajatabla. Por un lado estaban las butch masculinas y por el otro las femme femeninas y así es como solían bailar y emparejarse. Esa situación tan conservadora se comenzó a modificar durante los años setenta cuando los participantes en el Frente de Liberación Gay (GLF) comenzaron a manifestarse en todo Londres. Frente a esta nueva tendencia, Gina fue tajante: estaba decidida a mantener la lucha por los derechos gay - lésbicos fuera de su bar. Aunque apoyaba la aceptación social de las lesbianas y deseaba crear un lugar animado donde pudieran divertirse, Gina Ware desaprobaba los disturbios y la excesiva visualización. Es leyenda que una noche, cuando algunas mujeres del Front organizaron una protesta repartiendo panfletos en la puerta del bar, Gina llamó a la policía e hizo expulsar a los manifestantes, entre ellos, a varios hombres gay. La controversia fue reportada por Elizabeth Wilson en la publicación Come Together del GLF. Tampoco es sorprendente que las mujeres habitués del Gateways no fueran nada populares entre muchas feministas que veían al modelo de pareja lesbiana que se promovía en el Gateways como totalmente alejado de las causas políticas por las que luchaban.

   Con las libertades que llegaron en los ochentas, las lesbianas ya no pretendían tanto vincularse entre ellas cumpliendo los roles tradicionales de la masculina de novia con la femenina. Las modernas discotecas para gays se ponían de moda en todo el mundo, y Londres no fue la excepción. El modelo de pareja lesbiana promovido desde el Gateways quedó rápidamente demodé. Por otra parte, el vecindario alrededor de Chelsea, alguna vez bohemio y alternativo, se volvió cada vez más lujoso y residencial. Un club con la fama y el ambiente del Gateways ya no era bienvenido. El cierre estaba cantado. La famosa puerta verde sobre Bramerton St. se canceló para siempre el sábado 21 de septiembre de 1985. Ted Ware ya había muerto en 1979. Gina fallecería en el 2001.

 






   En algunos blogs circulan fotos como las anteriores, que dicen ser de las mujeres que visitaban The Gateways. El propio club apareció en la película de 1968 The Killing of Sister George, protagonizada por Beryl Reid, Susannah York y Coral Browne, una de las primeras películas en presentar relaciones amorosas entre lesbianas. El rodaje en el club se llevó a cabo durante siete días, del 9 al 16 de junio de 1968. En la filmación no sólo se incluyó al club en sí, sino también a Gina, a Smithy y a muchas de las chicas socias del club como extras. Actuaron algo rígidas frente a la cámara pero cuando se estrenó la película, para muchas personas fue el primer vistazo de una subcultura lésbica oculta que jamás habían percibido. Desgraciadamente, algunas escenas de sexo fueron consideradas demasiado explícitas y eso impidió que el film pudiera difundirse masivamente. The Gateways y su ambiente también fueron centrales en la novela lésbica The Microcosm (1966) de Maureen Duffy, que también tuvo su adaptación cinematográfica. 

   Con tantas series de época dando vueltas por Netflix y tanto revival por los ya lejanos sesentas y setentas, porqué no soñar con una producción al estilo de hoy que nos recuerde como eran las noches queer de The Gateways?


6 comentarios:

  1. Como siempre muy ilustrativo
    atentos saludos
    Comm

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    1. Me alegro que te haya interesado, estas pequeñas perlas historicas son siempre de mi interes

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  2. Que dificil habra sido para las mujeres de esa epoca y que bueno conocer que este lugar existio, muchas gracias Mistress

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    1. Siempre es un gusto revivir estas historias para mis selecta seleccion de lectores

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  3. El asesinato de la hermana George!!! hace muchisimo que no la veo, pero recuerdo que me impacto , era la primera vez que veía que existian esos clubs de chicas y recuerdo lo mucho que me excito el momento en que la mujer mayor le hace meterse en la boca un puro encendido a Susanna York (que me encantaba como actriz) como castigo por haberla engañado ( o eso recuerdo) Fue un shock porque me resulto muy muy excitante y aún mas al ser una situación bdsm pero entre mujeres. Lo de netflix no lo veo Mistress, la convertirian en una especie de sombras de grey lésbica tipo culebrón de tardes.

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    1. Que lujo para mi es tenerte de comentarista, gerita. Ni idea de como era la pelicula. Pero tengamosle fe a alguna historia bien escrita y actual.

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