domingo, 13 de diciembre de 2020

Coger dominante

 



   Una de las eternas discusiones en el BDSM es el nivel de sexo que una práctica incluye o excluye. Para plantearlo de otro modo: hay BDSM en el sexo? Mejor aún…coger puede ser considerado un acto BDSM? Mucha gente supuestamente experta en BDSM creen que han alcanzado una etapa avanzada en su sexualidad que les permite, vaya paradoja, prescindir del sexo. BDSM no es sexo fácil fue durante un tiempo el caballito de batalla de un grupo de mujeres con participación activa en la comunidad BDSM local. No sé qué habrá sido de ellas y la verdad que nunca me importaron demasiado pero siempre me llamó la atención el fervor con que planteaban su consigna desexualizante.

   Las Dóminas corremos con cierta desventaja en el terreno del sexo porque ciertas construcciones colectivas de pensamiento son muy eficaces y no son fáciles de desarmar. Para un hombre que se precia de dominante, penetrar a su sumisa lo reafirma como su master. Pero para las mujeres Femdom, la historia es diferente. Un dicho común del BDSM, con mucho de humor, dice que es muy difícil ser Dómina con la verga adentro y no morir en el intento. Porque está clavado en nuestro inconsciente colectivo que en el acto sexual alguien coge y alguien es cogido y de allí deriva toda la mitología adjunta que le otorga al cogedor el mando y al cogido el sometimiento.

   Asociadas a esa forma de pensar, muchas gurúes de la dominación femenina proponen la castidad o la restricción del orgasmo masculino como herramienta de educación Femdom para una pareja. Ellas no piensan en que la Dómina puede buscar la dominación satisfaciendo sus impulsos lujuriosos con su sumiso. El mismo principio negacionista está detrás de otras prácticas más morbosas como sodomizar, sissificar y meter los cuernos. Todas están relacionadas directamente o indirectamente con la inversión de los roles sexuales tradicionales.

   Con toda esta institución cultural pendiendo sobre nosotras cuando nos vamos a la cama...podemos las Dóminas en rol gozar siendo penetradas por hombres sin perder la condición de tales frente a ellos y frente a Nosotras mismas?

   Yo sostengo que cojo dominante con mi marido esclavo porque justamente es en el intercambio sexual tradicional en donde puedo desplegar toda la envergadura negra, brillante, femenina y exuberante del erotismo real. La sesión BDSM sin sexo me suena a una mera y aburrida aplicación de técnicas restrictivas o de castigos. En el sexo, cojo y domino la escena erótica y me realizo plenamente como mujer dominante, haciendo realidad la plena satisfacción de mis instintos más vitales.

   Cada vez que reflexiono sobre esta falsa dicotomía entre el sexo húmedo y la sesión técnica del BDSM con roles predeterminados, recuerdo a una de mis tantas experiencias en reservados de discotecas swingers cuando al finalizar una orgía lésbica que nos dejó sin aire, una de mis amigovias le ordenó a su partenaire masculino... ahora, cogeme en forma. Así de guarra. Así somos las minas cuando vamos al frente. Así de dominantes.

   Desde que me descubrí adolescente sexuada, noté que la gente que quería coger conmigo se excitaba visiblemente, tanto a través de las erecciones masculinas como en la calentura sensual femenina. Mi esclavo marido, al que conozco hace más de veinte años de sexo casi diario, suele decirme... es que vos sos el estímulo correcto. Y el lado sub en la dominación femenina, sean los sub del género que sean, suele responder positivamente a ese gran estímulo que es la dominatriz fetichista que los motiva, los excita y de a poco, los lleva al orgasmo. Para mí, esa excitación que provoco es poder. Me siento poderosa, quizás más que nunca.

   En castellano clásico, coger significa agarrar, asir, tomar, atrapar, pillar, alcanzar, prender, recolectar, cosechar, sorprender, recibir, contener, abarcar pero también tiene en su argot fornicar, copular, follar. En mi vida sádica (en toda vida sádica, me atrevo a decir), coger no implica hacerse cargo de esos eufemismos tan deserotizantes que hablan de tener sexo o de hacer el amor. Para una mujer como yo, coger con sadismo es una de las más elegantes y sublimes formas de gozar la vida. Un modus vivendi por sí mismo que a mí me describe en mi vida sado sensual y femenina. 

   No soy una mujer a la que le hacen el amor. Soy una mina dominante cogedora que además, cuando corresponde, también sabe amar profundamente.






7 comentarios:

  1. Querida Señora Roxy, leo tus artículos, muy doctos, con gran interés; encuentro en esos reflexiones muy interesantes y profundas. Especialmente interesante es tu discusión sobre el sexo y el BDSM.
    Además, esto me ayuda a aprender mejor las expresiones típicas españolas, y el idioma.

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    1. Muy feliz que me leas, cara Gia. Me alegra mucho que encuentres interesante mi blog. Es para mí un enorme orgullo tenerte de lectora. Grazie!!

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  2. Es imposible no estar de acuerdo contigo. <3
    Dom es dom. Sub es sub. Sexo es sexo. La entrega a tu dom y su placer son lo que importa. <3

    Tú sí sabes. Y de sólo leer este artículo... no sólo es sexualmente excitante. También es profundo, es romántico, es brillante. Es la clase de cosas que más me gusta. <3

    Ojalá y pudiera encontrar una Mistress o un Master que pensara como tú...
    Tu esclavo es muy afortunado. Apuesto a que te ama con mucha pasión. <3

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    1. JoshBeta, somos una minoria dentro del BDSM. La mayoria desprecia el sexo y pareciera que no quiere "ensuciarse las manos". Yo sí.

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  3. Excelente artículo Lady Roxy !!! Usted es una gran referente y maestra a seguir en todo sentido !!!

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