viernes, 10 de mayo de 2019

Milena y yo. Amor a la mexicana



   Tuve la suerte de conocer a Milena hace años en una fiesta alternativa en la disco gay Homo Sapiens. Ella ya era la estrella argentina de películas para adultos y por donde iba, se llevaba todas las miradas, incluida la mía. Sus hazañas en el arte del sexo están por toda la web, no voy a ser yo quien le rinda tributo en esta breve columna. Volví a verla en Class Swinger en el verano pasado, durante un encuentro tan breve como inolvidable, que hoy quiero compartir. 






   Un momento especial en las noches de Class ocurre cuando toda la disco se prepara para el show de la stripper. Los presentes nos corremos hacia los costados y dejamos libres el espacio frente al escenario y los dos caños de poledance de la pista. Para mi sorpresa, esa noche, en lugar de una bailarina, apareció Milena en tacos altos y adornada con un gran sombrero mexicano. Llevaba una botella de tequila y varios limones. El show de esa noche se trataba de degustar tequila con limón y sal desde las propias tetas de la estrella. Mientras sonaba música de mariachis por los parlantes, Milena se sentó en el escenario y nos invitó a pasar.

   Me acerqué al escenario de la mano de  Jackie, una bella chica hondureña con la que acababa de intimar. Le hice una rápida seña a mi esclavo marido para que se alejara; no quería que nada pudiera enturbiar el momento cien por ciento femme que se aproximaba. Al principio pasaron algunos hombres que, con más temor en sus miradas que deseo, se atrevieron al shot de tequila después de lamer los pezones erectos de Milena, cubiertos de limón y sal. Esperé mi momento con paciencia, hasta que desde el micrófono sentí la voz de Mariela, la anfitriona de Class, que me conoce de tantos años, arengarme con un irresistible Y ahora pasa Roxy. Dale vos, Roxy, hacé lo que más te gusta!!!. Me puse de pie y tomando de la mano a Jackie, nos fuimos sobre Milena, que nos esperaba con el tequila, los limones y una sonrisa. Por los parlantes sonaba Amor a la mexicana, aquel clásico de Thalía.

   El poder de la sensualidad femenina es capaz de transformar lo agrio de un limón en la más dulce caña prohibida. El eterno poder femenino. De eso se trata este blog y por ende de eso se trata esta columna (y aquella noche).

   Qué tiene escondido Milena que enciende las pantallas? Qué buscaba mi boca, cachonda de tantas experiencias lésbicas, al arrancarle aquel trozo de limón de su boca cuando ella partía la mía, desprevenida, con un beso hasta mi lengua, suavecito y rudo como ese amor que te llega al corazón?

   Después de algunos instantes que por momentos me parecieron eternos, me desperté de mi ensoñación. Supe que mi turno había terminado, debía darle lugar a otros muchachos que estaban más encendidos que nunca después de vernos juntas. Sí, pude comprobar que el amor puede durar los segundos que dura un beso. Ninguna otra mujer se atrevió a subir; me guardo para mí y para mi orgullo la exclusividad femenina de aquella experiencia. Somos y fuimos amantes por unos segundos de locura erótica. México y Thalía estaban lejos y no nos hizo falta ningún macho de corazón. Ni siquiera probé del vaso aquel tequila pero me bastó con ese limón y esa pizca de sal en sus pezones, lamidos por mi boca edulcorada. Sin tapujos, sin temores. Nos gustamos, nos gusta ser putas, nos imantamos con los magnetos del sadismo y del deseo libertino. Nos excita excitar y excitarnos.

   Cuantas veces habré bailado en la pista de alguna disco swinger con las canciones vibrantes y sensuales de Thalía? Ya ni recuerdo con cuantas mujeres me habré besado y acariciado al ritmo de Piel morena, de Amor a la mexicana y de la más reciente No me acuerdo (un hermoso y bastante explícito homenaje al cuckolding) Pero esa no fue una noche más, ésa fue una noche especial de amor.  De amor a la mexicana, de amor a las diosas de la sexualidad poderosa que nos convocan a cogernos, besarnos y divertirnos, de amor a Milena. Y mientras la amaba, durante esos segundos que me parecieron eternos, yo sentí que estaba amando a todas las morochas sexies argentinas. 

    Salud. 




6 comentarios:

  1. Hermoso texto. Gracias por tanta belleza Mistress Roxy. Cuando se tienen experiencias así, es maravilloso. Ambas partes saben que están viviendo algo único y exquisito.
    A Sus Pies Señora.
    Daser.

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  2. Daser, has definido perfectamente mi experiencia. Unica y exquisita.
    Gracias por comentar

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  3. Wow!! que buena experiencia tan deliciosamente comentada!!!

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  4. ay! Thalia, esa Diosa sissy, cuantas veces habré yo meneado el culito con amor a la mexicana Mistress...

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    Respuestas
    1. Mirala ahora junto a Lali Esposito, las dos estan mas sissies que nunca

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