miércoles, 7 de octubre de 2020

Meses de encierro Femdom

 



   Cuarentena. Estoy aislada y encerrada en mi casa. A mi alrededor, las parejas que no conviven se resignan a una castidad forzada o a organizarse en encuentros clandestinos propios de adolescentes de los años setenta. Pero por otro lado, los hombres casados sumisos están todo el día en convivencia cotidiana con sus Señoras. Es el caso de mi marido esclavo.

    A lo largo de los años, este blog vino reflejando con afecto y entusiasmo hacia mis lectores muchas de mis aventuras por la noche Femdom de Buenos Aires. Reproduje lo mejor que pude mis experiencias en bukkakes desenfrenados, amores lésbicos en ambientes swingers, sesiones BDSM en dungeons, travesuras con chicas cross, ardientes experiencias de sissismo y feminización forzada. Pero de repente me vi obligada a vivir meses de encierro en mi propio calabozo y teniendo como único partenaire sexual al prisionero legitimado por la ceremonia del matrimonio. El mismo prisionero que lleva como orgulloso collar de esclavo a la libreta roja que me define como su señora esposa. El se define con humor con el título de Conde de Cheshire y es a la vez la sissy secreputa y adoratriz de Mistress Roxy. Todo un medallero que se saca lustre con la actual situación de confinamiento a tiempo entero.

   La vida sexual en mi dominación BDSM es una sola. No hay un lado luminoso - benevolente y un lado perverso - oscuro. La puta señora que hay en mí se maneja con absoluta suficiencia tanto en la monogamia como en la orgía. En la monogamia, los aderezos se regulan con mano de experto cocinero al cual se le ofrecen cuatro ingredientes básicos; inagotable fantasía, dormitorio privado, closet fetichista y vasta experiencia. Como si fuera la armonía lenta y cadenciosa de un blues que parece repetitivo pero a la vez transmite una emoción incomparable.

   Con la intención de compartir un poco de mi mundo de estos meses, les cuento algunos detalles muy personales que destaco como propios de esta cuarentena.

   Mi gata esposo me roba descaradamente mi tapaboca leopard print cada vez que llego de la calle pues descubrió el placer fetichista de gozar del aroma a lipstick que queda en la tela. Según cuenta el experto en estudiar cuanto signo de sensualidad y femineidad destile de mí, el tapaboca con fragancia a mi lipstick es mucho más agradable que el alcohol en gel. La imagen de la columna lo ilustra

   Una rutina muy casera tiene que ver con la llegada de productos por correo. El timbre suele sonar a la mañana y a veces todavía estamos remoloneando en la cama. Y como yo duermo en camisolín de raso, el Conde me deja preparado su joggineta deportiva amplia y escasamente sexual para que tipo bombero rápido, me lo ponga en segundos para recibir la encomienda y firmar los papeles lo más pronto posible evitando abrir la puerta en ropa de cama inconveniente. Cada tanto me pregunta con ironía Qué se siente vivir la inversa del sissismo con mi ropa de algodón? Nos reímos porque si esa situación fuera a la inversa, la cosa para él sería paradise.

   Otra actividad que nos tiene muy entretenidos es planificar los paseos y viajes que podríamos hacer juntos, soñando con el día en que esta pesadilla mundial termine. El lo hace como si fuera una joven nouvelle que fantasea con la luna de miel, agregando todo el tiempo ideas y aventurillas sado - fetichistas. Eso me ayuda a soñar y admitir nuevos horizontes que no incluyen el roce humano de otros cuerpos que hasta el año pasado formaba parte insustituible de mi sexualidad.

   Por último se me ocurre comentarles que con el casi infinito tiempo que compartimos en casa, sincronizamos juntos las columnas de este blog en forma mucho más coordinada y afín. La búsqueda de material a compartir se hace mucho más relajada y agradable y se vuelve un romance en sí mismo. Porque para poder seducir a un lector, primero debo ser yo la seducida. Por lo tanto, el sacrificado esclavo vive sumergido en un mar de videos e información que alude a la historia del Femdom, en imágenes plenas de estética femenina y en ediciones en vivo de mis ideas y pensamientos plenos de fetiches y diablura erótica. Las disfrutamos primero entre los dos y luego las potenciamos para compartirlas con nuestros seguidores.  

   Muchas de nuestras cotidianas anécdotas no son transferibles al papel; a veces es un poco dificultoso autoobservarse. Espero que mis lectores quieran compartir conmigo sus vivencias más eróticas para aplacar la angustia de la pandemia y hacer de su historia del 2020 una confluencia de sexo sado sensual y femenino.


1 comentario:

  1. Llevamos más de un año asi y espero que pronto se termine...o que sigamos asi para siempre??, la verdad es que no lo sé

    cheshirecat de Mistress Roxy

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