lunes, 25 de noviembre de 2019

Tacones altos. Shoedog






   Quienes googleen la palabra shoedog, probablemente se topen con la tapa de un libro que es la autobiografía del fundador de Nike, Phil Knight. Pero como tantas otras palabras relacionadas con la vestimenta, en especial con la vestimenta femenina, mucho más especial con el calzado femenino, shoedog tiene un significado oculto, sólo conocido por los fetichistas de los tacos altos.

   Un shoedog es en principio un vendedor de calzado para mujeres que pone mucho empeño en su tarea. Pero una segunda lectura le da un significado algo diferente. Shoedog no es un vendedor de zapatos que podría vender cualquier otra cosa en una gran tienda. Un shoedog es además un fetichista apasionado por los zapatos y por los pies femeninos. Es un devoto admirador de sus clientas, de todas ellas, no sólo de las más hermosas o de las que tienen los pies más cuidados. Es un experto en su oficio, un sabio de los talones, los arcos y los dedos, que sabe como usar las palabras para hacer sentir a su clienta confortable y complacida, sin acosarla ni intimidarla, sin atravesar los límites de su obsesión.

    Un breve rastreo en Internet del término shoedog nos lleva en primer lugar al año 1962 y al escritor Leslie Fiedler. En un cuento titulado An expense of spirit, Fiedler pone en boca de su protagonista la frase I am a shoe salesman, a shoedog my colleagues prefer to say... Décadas después, el novelista George Pelecanos publicó en 1994 una novela titulada justamente Shoedog en donde el propio protagonista, un vendedor de zapatos, se describe como ...un perro que cuando cruza un puente, no mira a derecha ni a izquierda, mantiene su cabeza recta y su mirada fija porque toda su atención está en alcanzar el otro lado del puente. El perro de los zapatos sólo presta atención a los pies y el calzado de las damas. No pierde tiempo en otros menesteres.





   En mi blog, un buen ejemplo de shoedog está en la primer escena de 10 Sensuales y femeninas. Foot fetish en donde un joven vendedor se excita ante los pies de Diane Kruger. En este caso, el juego erótico se da desde los dos lados; Diane juega con él y lo provoca deliberadamente. Porque a todo shoedog le llega en algún momento una shoecat que hace realidad sus sueños más secretos.  

   Desde nuestro lado femenino, encontrarnos con un verdadero shoedog del otro lado de la caja cuando salimos de compras de zapatos o botas es una de las experiencias de shopping más gratificantes que una mujer fetichista puede experimentar. Y puedo atestiguar que en mis recorridos por zapaterías de varios países, he tenido varias. 




martes, 19 de noviembre de 2019

Heroínas. Lady Death


   Hasta donde pude investigar, Lady Death nació como personaje secundario en un comic de 1991 de la mano de Brian Pulido y Steven Hughes. Su rol inicial era el de la clásica villana bella y malvada pero como tantas veces ocurre en la historieta, el personaje creció y entonces sus características se volvieron más complejas.

   Lady Death era una chica sueca que vivía en la Edad Media. A causa de los delitos de su padre, fue acusada de brujería y condenada a la hoguera. A último momento, es salvada por un demonio a cambio de entregarle su alma. Llevada al mundo inferior, Lady Death participa en una especie de guerra civil en el infierno cuando una rebelión de espíritus endemoniados desafía a Lucifer.

   Lady Death se caracteriza por su belleza nórdica. Es rubia casi albina, su piel es muy blanca y la nota particular son sus ojos blancos vacíos. Su look fetish de lencería de medias, portaligas y guantes largos mitones en vinilo negro que resaltan sus largas uñas la condujo al mundo del cosplay; en sus convenciones, nunca faltan las bellas chicas que juegan a ser Lady Death con su mezcla tan atractiva entre dominatriz y guerrera medieval.






































































lunes, 11 de noviembre de 2019

Manipuladora yo?





   


   Roxy, como hacés para que tu marido esté siempre tan embobado por vos?

   La pregunta no suele interrogarme en un ambiente sexual, como el BDSM o el swinger, sino en los terrenos más vainillas que mi esclavo marido y yo compartimos con otras parejas. Un ambiente familiar en donde todos los hombres se muestran muy caballeros con sus esposas pero sin esas actitudes constantes de adoración y embeleso que caracteriza a los maridos dominados por una esposa Femdom. Intento siempre evadirme en la respuesta porque la verdad sería quizás demasiado agresiva además de obvia. Yo a mi marido lo seduzco todo el tiempo desde hace veinte años. Su adoración es simplemente la respuesta a mi seducción. A través de mi seducción femenina, obtengo de él todo lo que quiero.

   Tanto en mi sexo de pareja como en mis encuentros casuales con mujeres, hombres o travestis, los juegos de seducción me resultan a veces más atrapantes y excitantes, más divertidos y más eróticamente satisfactorios que el sexo mismo. Me fascina la seducción, la idea de seducir, la estrategia desplegada como juego de poder para obtener el resultado que me propuse. No me interesa tener que consensuar entre dos o más cómo va a ser la entrega de una sumisa (mucho menos de un sumiso). Tampoco me gusta mandonear en el sexo; no me excita ejercer poder en forma tajante de arriba hacia abajo. Me gusta que mi poder fluya en el sexo mediante acciones diversas e improvisadas en donde la seducción siempre resulta la fuerza decisiva.

    Las mujeres que nos proponemos seducir como juego de poder sabemos que ese poder enfrenta resistencias. Las relaciones de poder que establecemos son una consecuencia de esas mismas resistencias que debimos vencer. La seducción femenina siempre se puede resistir, es lo que diferencia la seducción del abuso, pero si la seductora sabe desplegar sus armas sobre la presa correcta, ésta se encuentra en un estado ambivalente, se resiste y teme ceder pero al mismo tiempo desea en su interior que se venza esa resistencia porque sabe que no podrá culparse por haber cedido ante una fuerza irresistible.

   Mi experiencia me permite afirmar que cuando en algún sitio web dedicado al BDSM se describe esta femenina manera de dominar y se la ilustra con testimonios verídicos, nunca falta una o más de esas que alguna vez califiqué como estropeadas, los cisnes grises del BDSM, levantando la bandera del viejo cliché feminista que rechaza la coquetería y la seducción femenina como parte de una construcción social que degrada a la mujer. También suelen aparecer uno o más dominantes varones muy preocupados por aclarar que al no haber consenso explícito ni establecimiento de límites, no estamos en el terreno de la dominación tal como ellos la definen sino de la manipulación.

   En el BDSM latino, la palabra manipulación está siempre asociada a abusos y arrastra connotaciones tan negativas que muchos prefieren expresarse con eufemismos como persuadir o convencer. Por mi parte, además de preocuparme muy poco por como otros etiquetan lo que hago, sostengo que gran parte del encanto de las mujeres dominantes se basa en la forma descarada en que manipulamos la voluntad de quienes nos sirven a través de irresistibles actos de seducción. Me niego a que tengamos que escondernos detrás de palabras políticamente correctas o a buscar justificaciones morales para describir acciones o fantasías que nos son tan propias como gratificantes.






martes, 5 de noviembre de 2019

Nadja Auermann by Luigi and Iango


   Alguna vez fue bautizada como la doncella de hielo, por su estilo étereo al desfilar en las pasarelas del mundo las más lujosas prendas de Chanel, Mugler o Versace. Nadja Auermann nació en Alemania en 1971, tuvo una triunfal carrera como modelo de pasarela y en su espléndida madurez continúa siendo la musa de muchos fotógrafos, entre ellos Luigi Mureno y Iango HenziComenzaron a trabajar juntos en 2013 como Luigi and Iango y se consagraron con sus shots fetichistas sobre diosas como Madonna, Rihanna y Jennifer Lopez entre otras. Esta sesión corresponde a la edición alemana de Vogue de noviembre de 2014. 

   Como las rubias de pelo corto son una de mis más morbosas atracciones, apenas vi estas fotos de Nadja, no pensé otra cosa que en traerlas ya a mi blog. La combinación de lencería fetish con pieles de esta sesión es exquisita pero no valdría nada si una cámara experta no hubiera sabido capturar esa mirada azul y glacial de Nadja Dominatrix. 




Enero




Febrero




Marzo




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Agosto




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Octubre




Noviembre




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