martes, 22 de diciembre de 2020

Videoteca. Seducción en la mesa.

 

   Es muy difícil que una situación de poder protagonizada por una mujer no tenga en cuenta algún elemento de seducción femenina. Muchas situaciones cotidianas como las que se pueden dar en la mesa durante una cena son una fuente inagotable de oportunidades para seducir y para divertirnos mientras seducimos. Quién de nosotras alguna vez no se aprovechó de ese poder ?


 Sharon Stone en Sliver


   La seducción femenina en la mesa no ha quedado al margen del cine. La escena más mencionada corresponde a When Harry met Sally en donde Meg Ryan finge un orgasmo frente a su plato para convencer a su partenaire de lo fácil que es simular el éxtasis. Esa escena jamás me gustó, me parece burda y sin gracia y por supuesto que no figura en este topten. 

   Espero que éstas diez seleccionadas según mi gusto te exciten y como siempre espero tus comentarios.   



Jennifer Beals en Flashdance



Seducción en la mesa.



Puesto 10. Bárbara Bouchet. Quelli che contano, (1974). 

La digitalización es mala pero la escena refleja como ninguna otra la fantasía de la fellatio cuando la chica come una banana enfrente de un hombre. Bárbara Bouchet es una prostituta al servicio de un capomafia del sur de Italia que le ordena seducir al hombre que está frente a ella durante la cena.






Puesto 9. Mónica Vitti. Noi donne siamo fatte cosí (1971). 

La eterna seducción del smoking fetish en los labios de Mónica Vitti, fumando en boquilla en un restaurant y volviendo loca a la pareja sentada en la mesa vecina. 







Puesto 8. Malisa Longo. La señora del Orient Express (1989).

Footsie y cuckolding en la misma escena. Cenando en el coche comedor del Orient Express, Malisa Longo se insinúa descaradamente a su joven invitado de mesa con incendiarias miradas y jugándole con su pie en la entrepierna; todo bajo la mirada cómplice de su marido cornudo.  






Puesto 7. Jenna Jameson. Where the boys aren´t (1995). 

Jenna Jameson cena en un restaurant con una amiga que evidentemente la desea con locura. Jenna rechaza sus insinuaciones con gestos de incomodidad pero la otra insiste hasta que logra meterse entre las piernas de Jenna que ya no puede negarse más. 

 




Puesto 6. Sharon Stone. Sliver(1993). 

Esta debe ser la escena más famosa de este topten. Sharon Stone y Alec Baldwin cruzan apuestas en un restaurant sobre hasta donde llegará ella como teaser en público. Ella gana sacándose la bombacha y arrojándola en la mesa; obviamente a él no le molesta haber perdido. 



 


Puesto 5. Katsuni. Pretty pussy (2004). 

Katsuni y sus amigas disfrutan de la comida en un privado ambiente muy lujoso mientras intercambian miradas e insinuaciones con los labios y las lenguas que presagian una gran orgía lésbica para la sobremesa.






Puesto 4. Barbara Dare y Erica Boyer. Hanna does her sisters (1986)

Sharon Mitchell es la mucama sexy que le sirve a Erica Boyer una tabla con naranjas recién cortadas. Barbara Dare se suma a Erica y las dos comienzan a desearse y seducirse mientras comen los gajos y además se comen entre ellas con todo el ardor del amor lésbico en las miradas. 




 

Puesto 3. Jennifer Beals. Flashdance (1983).

Otra escena de insinuación y footsie en un restaurant. La carga erótica se dispara cuando Jennifer, en lugar de usar los cubiertos, come con los dedos como prometiéndole a su novio todos los placeres que ella es capaz de darle con la boca cuando estén a solas. 



 
 

Puesto 2. Coralie. La princesse et la pute (1996). 

La historia de una prostituta que es llevada a un palacio para ser educada e intenta en vano aprender las reglas de etiqueta francesa en la mesa. A la hora de probar las ostras, Coralie las devora con toda la lujuria pintada en la cara.





 

Puesto 1. Laure Sainclaire.  Les nuits de la presidente(1997). 

Mi escena favorita de seducción de mesa a mesa. Laure Sainclaire es obligada por un extorsionador a prostituirse de varias formas pero sin perder para nada su femenina elegancia. En este caso, debe excitar a un desconocido en un restaurant. Y cómo lo hace...







   Para despedir el año 2020, no se me ocurrió nada mejor que hacerlo con esta selección de videos de seducción femenina. La vieja, querida e inmortal seducción femenina. Les deseo a todos mis fieles un excelente año y brindo porque se cumplan todos tus más ardientes y secretos deseos y fantasías. Porqué no creer que éste que ya se inicia va ser TU GRAN AÑO?



FELIZ 2021 SADO SENSUAL Y FEMENINO





domingo, 13 de diciembre de 2020

Coger dominante

 



   Una de las eternas discusiones en el BDSM es el nivel de sexo que una práctica incluye o excluye. Para plantearlo de otro modo: hay BDSM en el sexo? Mejor aún…coger puede ser considerado un acto BDSM? Mucha gente supuestamente experta en BDSM creen que han alcanzado una etapa avanzada en su sexualidad que les permite, vaya paradoja, prescindir del sexo. BDSM no es sexo fácil fue durante un tiempo el caballito de batalla de un grupo de mujeres con participación activa en la comunidad BDSM local. No sé qué habrá sido de ellas y la verdad que nunca me importaron demasiado pero siempre me llamó la atención el fervor con que planteaban su consigna desexualizante.

   Las Dóminas corremos con cierta desventaja en el terreno del sexo porque ciertas construcciones colectivas de pensamiento son muy eficaces y no son fáciles de desarmar. Para un hombre que se precia de dominante, penetrar a su sumisa lo reafirma como su master. Pero para las mujeres Femdom, la historia es diferente. Un dicho común del BDSM, con mucho de humor, dice que es muy difícil ser Dómina con la verga adentro y no morir en el intento. Porque está clavado en nuestro inconsciente colectivo que en el acto sexual alguien coge y alguien es cogido y de allí deriva toda la mitología adjunta que le otorga al cogedor el mando y al cogido el sometimiento.

   Asociadas a esa forma de pensar, muchas gurúes de la dominación femenina proponen la castidad o la restricción del orgasmo masculino como herramienta de educación Femdom para una pareja. Ellas no piensan en que la Dómina puede buscar la dominación satisfaciendo sus impulsos lujuriosos con su sumiso. El mismo principio negacionista está detrás de otras prácticas más morbosas como sodomizar, sissificar y meter los cuernos. Todas están relacionadas directamente o indirectamente con la inversión de los roles sexuales tradicionales.

   Con toda esta institución cultural pendiendo sobre nosotras cuando nos vamos a la cama...podemos las Dóminas en rol gozar siendo penetradas por hombres sin perder la condición de tales frente a ellos y frente a Nosotras mismas?

   Yo sostengo que cojo dominante con mi marido esclavo porque justamente es en el intercambio sexual tradicional en donde puedo desplegar toda la envergadura negra, brillante, femenina y exuberante del erotismo real. La sesión BDSM sin sexo me suena a una mera y aburrida aplicación de técnicas restrictivas o de castigos. En el sexo, cojo y domino la escena erótica y me realizo plenamente como mujer dominante, haciendo realidad la plena satisfacción de mis instintos más vitales.

   Cada vez que reflexiono sobre esta falsa dicotomía entre el sexo húmedo y la sesión técnica del BDSM con roles predeterminados, recuerdo a una de mis tantas experiencias en reservados de discotecas swingers cuando al finalizar una orgía lésbica que nos dejó sin aire, una de mis amigovias le ordenó a su partenaire masculino... ahora, cogeme en forma. Así de guarra. Así somos las minas cuando vamos al frente. Así de dominantes.

   Desde que me descubrí adolescente sexuada, noté que la gente que quería coger conmigo se excitaba visiblemente, tanto a través de las erecciones masculinas como en la calentura sensual femenina. Mi esclavo marido, al que conozco hace más de veinte años de sexo casi diario, suele decirme... es que vos sos el estímulo correcto. Y el lado sub en la dominación femenina, sean los sub del género que sean, suele responder positivamente a ese gran estímulo que es la dominatriz fetichista que los motiva, los excita y de a poco, los lleva al orgasmo. Para mí, esa excitación que provoco es poder. Me siento poderosa, quizás más que nunca.

   En castellano clásico, coger significa agarrar, asir, tomar, atrapar, pillar, alcanzar, prender, recolectar, cosechar, sorprender, recibir, contener, abarcar pero también tiene en su argot fornicar, copular, follar. En mi vida sádica (en toda vida sádica, me atrevo a decir), coger no implica hacerse cargo de esos eufemismos tan deserotizantes que hablan de tener sexo o de hacer el amor. Para una mujer como yo, coger con sadismo es una de las más elegantes y sublimes formas de gozar la vida. Un modus vivendi por sí mismo que a mí me describe en mi vida sado sensual y femenina. 

   No soy una mujer a la que le hacen el amor. Soy una mina dominante cogedora que además, cuando corresponde, también sabe amar profundamente.






domingo, 6 de diciembre de 2020

Jeans y botas

 

  Dale, por favor, ponete los jeans elastizados con esas botas. Una frase que mi marido sumiso suele expresar muy seguido y en tono de súplica lastimera cuando me estoy vistiendo. Ese deseo suyo tan fuerte nunca me va a dejar de llamar la atención. Los jeans con botas quedan bien en mujeres altas, como las de este calendario, y ese no es mi caso. Pero con los años, aprendí a no intentar razonar con las pasiones fetichistas de los hombres. Mi accesorio ideal con las botas siguen siendo las minifaldas pero posteo este último calendario del año en homenaje a todos los fetichistas de los jeans con las botas y en especial a mi marido sumiso. Hay distintos colores y estilos de jeans y botas para todos los gustos y además dos divas que ya han aparecido en mi blog. Marzo es Goddess Hiliana, Septiembre y Noviembre es Dana Labo y Octubre es Kimmy Kuraiko.



Enero



Febrero



Marzo



Abril



Mayo



Junio



Julio




Agosto



Septiembre




Octubre



Noviembre



Diciembre


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