Fetichismo y fitness pueden ir perfectamente juntos.
Así parecen ser las clases en las neoyorquinas escuelas de Brukwine, una forma
alternativa de gimnasia femenina en donde las chicas, además de buscar quemar
calorías, disfrutan libremente con los movimientos del cuerpo buscando sentirse
desinhibidas y sexies. Parte de los ejercicios implican rutinas de poledance y
twerking, una forma de mover las caderas al ritmo del hiphop que fue en su
momento despectivamente denominada gimnasia para putas. En lugar de la clásica y
asexuada ropa de entrenamiento, las clases de brukwine proponen un provocativo
y divertido desfile de lurex, maquillajes, lentejuelas, spandex y para las que
más se atreven, zapatos de taco alto.
Como una prueba más de que los tacos altos son el
símbolo más perfecto del poder sexual de la femineidad, Miley Cyrus le ha
declarado hace unos meses a la revista norteamericana W que ella también entrena
en tacos altos. Confieso que me gustaría verla entrenar a ver como lo hace (hay
algunos videos en TikTok a respecto) Lo
más interesante de la entrevista es cuando dice: Entreno con tacones también
porque estoy interesada en feminizar el espacio de entrenamiento: gran parte de
las máquinas de entrenar son feas…por eso, entreno en tacones. El gimnasio
parece muy duro, pero me pongo mis zapatos de tacón de Gucci que
me recuerdan a Marilyn Monroe.
Miley Cyrus y los tacones con que entrena |
Primera reflexión: Ser femenina para una cantante pop de hoy es ponerse tacos altos para emular a una actriz que falleció hace sesenta años. Convivir con la eterna vigencia de Marilyn como sex symbol, como con la de Bettie Page, Diana Rigg o Julie Newmar, no deja de ser sorprendente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario