jueves, 24 de noviembre de 2022

Videoteca. Guantes largos en el cine. Las divas XXX

 

   Una vez más traigo a mi blog una colección de videos con la temática fetiche del guante largo operaglove. Uno de mis fetiches favoritos, a punto tal que revisando mi videoteca de guantes, encuentro que ya son cien los videos de famosas damas, cantantes, modelos y actrices, posando o actuando con guantes largos. 


   La que avisa no traiciona, vas a ver sexo explícito en esta nueva selección. Son todas divas del porno de los años ochenta y noventa: las que me gustan, las que me inspiraron de joven. Esta vez, enguantadas hasta los codos.


Laure Sainclaire en guantes largos


   Me parece importante aclarar que estos diez videos no incluyen escenas de dominación femenina con dominatrices ataviadas con guantes sino que sus hazañas son de sexo, pero siempre con los guantes como protagonistas. Las elegidas son Katsuni, Pandora Peaks, Sharon Mitchell, Michelle Wild, Silvia Saint, Kate More, Laure Sainclaire, Misty Rain y Coralie. 


Guantes largos en el cine. Las Divas XXX


Puesto 10.  Katsuni.

Katsuni  exhibe a su víctima en un escenario. Primero le pone una venda en los ojos para jugar al blindfolding y luego la vampiriza besándola en el cuello. La masturba con los guantes largos y le lleva su propio sabor a la boca haciéndole chupar sus dedos enguantados. La víctima se retuerce de placer. Siento envidia total por poder ser cualquiera de las dos.






Puesto 9. Sharon Mitchell. 

Una fotógrafa del porno se excita con dos bellas modelos que posan para ella. Durante los primeros cincuenta segundos, la acción sólo es fotografía: después Sharon Mitchell se suma y se arma fiesta entre las tres. A partir de los 3:40 min. aparecen los vibradores. Las nostálgicas de la moda de los ochenta encontraremos irresistible al look fetish de Sharon y a los peinados de las dos rubias. 







Puesto 8. Pandora Peaks.

Pandora Peaks  fue una leyenda de la era de las grandes tetas siliconadas en los años noventa, cuando chicas como ella recorrían discotecas, estudios de TV y sets del porno exhibiendo sus enormes pechos como fenómenos de circo. Muchas de ellas terminaron muy mal: afortunadamente creo que no fue el caso de Pandora. En este breve video cumple todos los estereotipos de la chica bimbo: ensaya un striptease, es divertidamente rubia y va vestida de rosa. Las tetas melones aparecen a los 25 seg, ella las exhibe con caricias de sus guantes rosados. 





Puesto 7. Misty Rain.

Otro hermoso momento fetichista - lésbico. La morocha fetish Misty Rain se acerca a una bella rubia desnuda de piel muy blanca en el borde  de una cascada. Las chicas se lamen sin pudores y parecen gozar del contraste entre las dos estéticas tan diferentes. A partir de los 3:30 min. hay tijerita (y pocas cosas son tan deliciosas que una tijerita cuando una lleva botas y medias de red y la otra va desnuda, lo sé por experiencia propia) 






Puesto 6. Michelle Wild.

El momento más sexual: una doble fellatio. Con guantes rojos y un maquillaje muy putón, Michelle Wild se sirve de dos falos erectos para su entero placer. Es muy bello ver como ellos se le entregan y ella los domina con la boca y las manos.





Puesto 5. Laure Sainclaire

Una escena favorita de los fans del porno de lujo francés. Laure Sainclaire, vestida de negro largo, tacones y guantes, llega a una fiesta en una mansión y la recibe Kathy Kash, pelirroja, vestida de rosa y fumando en boquilla. A los 1:40 min., Kathy la lleva a un vestidor donde la desnuda y comienza el juego lésbico entre las dos. La película es La nuit de la Presidente, de Marc Dorcel.





Puesto 4. Silvia Saint.

Cuckolding en guantes largos. El marido de Silvia Saint le presenta a un amigo y ella, muy elegante en negro que resalta su melena rubia platino, se lo lleva a un rincón de la fiesta para entregarse a los placeres del adulterio delante de todos. Primero él la penetra de parada y luego ella le hace una mamada para terminar de pie a los 6:00 min. mirando fijo a su marido, con todo el maquillaje corrido y el placer vicioso en la mirada.





Puesto 3. Kate More.

Una diosa fetichista se contonea en corsette, botas y guantes de vinilo. Los hombres presentes admiran los movimientos felinos de Kate More pero es otra mujer, Anita Blond, la que se masturba y la mira con un insufrible deseo por poseerla. En los últimos segundos, Kate se le sienta encima y las dos finalmente pueden besarse y disfrutarse. 





Puesto 2. Laure Sainclaire. 

Una bella prostituta parisina se pasea en minivestido y guantes de vinilo negro buscando clientes. No tarda mucho en encontrar uno. En un garage escondido a miradas ajenas, el cliente y la dama de la noche, Laure Sainclaire, consuman su pasión. Hacerlo de pie y contra un tacho de basura le aporta mucho morbo a la escena. A partir de los 2 min, ella llega a su casa y se desviste. La forma en que se saca de los guantes es todo un deleite para la mirada fetichista.





Puesto 1. Coralie.

Mi número 1 es para otra de mis estrellas francesas favoritas en guantes largos. En una orgía privada, Coralie, muy sexy y elegante, finamente enjoyada y con un vestido y guantes negros, se pasea entre las parejas que copulan pero sólo acaricia a las mujeres, sin prestarle atención a los hombres. Los que intentan acercarse a esta exótica belleza son rechazados sin chances. En el centro del salón, una bailarina se desnuda para excitar el ambiente. A partir de  los 1:15 min, Coralie, con una copa de champagne en la mano, sólo tendrá ojos para ella. La escena termina con las dos desnudas y el final entre las dos... bueno... el final irá en otro topten de videos.  






   Espero que estas diez escenas te han gustado y estimulado. Tus comentarios serán como siempre muy bienvenidos. Y si después de ver mi blog, me cuentas que te dan ganas de gozar los guantes largos como lo hacen estas bellas reinas del porno fetichista de décadas pasadas, yo seré una Dómina muy feliz. 



Kate More, fetichista en guantes largos junto a Anita Blond


martes, 15 de noviembre de 2022

Belleza es poder

 



Belleza es poder

Helena Rubinstein


   Desde nuestra más tierna infancia, sabemos que las niñas bonitas y graciosas ocupan el centro de atención y se llevan todas las miradas. La vivencias de la adolescencia refuerzan esa sensación: las chicas lindas parecen ser las únicas estrellas en el jodido universo y todo parece girar a su alrededor. Los chicos no sólo las miran con deseante atención: también las observan cuando conversan entre ellas y lo que escuchan confirma sus presunciones: a ellas les importa mucho verse lindas, ellas admiran, imitan o envidian a las más lindas. No hace falta explicar que apenas tengan la oportunidad, ellos siempre van a ir primero tras las odiosas lindas, que van a recibir de parte de ellos toda clase de halagos y atenciones sin hacer otro mérito que exhibirse.

   Pareciera que la belleza femenina es el bien más deseado, el poder que condiciona todo lo demás salvo al factor dinero que tampoco es una variable a tener en cuenta porque a esa edad tener dinero propio es una utopía: no es de ellos ni de ellas sino de sus padres. Si la belleza femenina viene además sobrecargada con los inmensos recursos que el mercado de la femineidad ofrece (maquillajes, peinados, zapatos altos, ropa provocativa), las mujeres aprendemos desde muy jóvenes que ahí late un manantial inagotable de poder que le permite a su poseedora hacer lo que quiere con quien quiere.

   El poder de la femineidad se expresa y fluye cada vez que una mujer atractiva se viste, se maquilla, se mueve, conversa, camina, se sienta. Es una forma de arte en movimiento. El arte de ser femenina es un comportamiento que puede aprenderse y que siempre será factible de ser mejorado. Ser bella y femenina es una carrera. Mientras que en la vereda de enfrente, los muchachos son masculinos con la misma facilidad y espontaneidad con que les cuelgan las pelotas, las chicas pueden entrenarse desde jóvenes para llegar a ser mujeres adultas capaces de ejercer sobre su entorno el poder de la femineidad. Aquella famosa frase de Simone de Beauvoir, que no se nace mujer sino que se aprende a serlo, que hizo correr tanta tinta en el feminismo, tiene más vigencia que nunca. Lo que las feministas no entendieron y evidentemente siguen sin querer entender es que lo que perciben como una situación de opresión no es otra cosa que una búsqueda de poder.

   Toda la artificialidad comercial orientada a la estética femenina, ese inmenso negocio que mueve millones, fue creado y es sostenido por el deseo de las mujeres de verse bellas pero la devoción hacia ese artificio alcanza niveles estratosféricos entre las sissies, crossdressers y travestis. Aun en las minas como yo, acostumbradas desde chicas a andar montadas y criadas en discotecas donde la seducción era la norma, nuestro deseo por vernos atractivas es apenas una sombra frente a la obsesión con que las travestis se maquillan y el nivel de detalle que invierten en seleccionar el look. No conozco ninguna clase de mujeres genéticas a excepción de las artistas de la seducción como las prostitutas de alto nivel, las dominatrices fetichistas profesionales o las strippers, que inviertan tanto tiempo y esfuerzo en lograr el aspecto deseado y sean además tan felices cuando lo consiguen.

   Yo sospecho que entre las nenus, como les decimos en Buenos Aires, ese deseo tan fuerte no es sólo un fetiche o un juego. Ellas disfrutan de la sensación de sentirse lindas porque desde que eran chicos y miraban de reojo a las chicas, aprendieron que en las mujeres la belleza está asociada con el poder de atraer, un poder del que carecen la mayoría de los varones. Las que se atreven a hacerlo por dinero, saben que les lloverán clientes; las que sólo lo hacen para divertirse en los boliches, saben que tendrán más chances de disfrutar del mundo mágico de la seducción con los hombres. Las que lo hacen en soledad y frente al espejo, saben que se sentirán plenamente realizadas al verse cercanas a sus admirados modelos femeninos.

   Mi interpretación de que detrás del placer del travestismo hay una búsqueda del goce del poder a través de la construcción de atractivo femenino en donde por biología no lo hay,  puede ser simplemente una mera especulación por parte de alguien como yo, que vengo del BDSM y tiendo a ver relaciones de poder en todas las interacciones entre seres humanos. Pero que tire la primera piedra quien me discuta que la belleza es poder. Helena Rubinstein siempre tuvo razón.








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miércoles, 9 de noviembre de 2022

Slavena Tiger

 

   Slavena Tiger o Tiger Slavena o Goddess Slavena es una joven dominatriz y modelo centroeuropea, una bella criatura fetish de la era Instagram - Onlyfans. Sus fetiches favoritos son el latex, los corsettes y las botas de plataforma con tacones de veinticinco centímetros sobre los que se mueve a la perfección. Su delgada cintura encorsetada, sus largas piernas y el brillo del latex la hacen dueña de una figura casi irreal, más propia de una heroína Femdom de comic o un princesa salida de la ciencia ficción.

   Slavena Tiger tiene su canal de YouTube. Suele publicar videos en donde se exhibe caminando en público. Vale la pena seguirla.


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