jueves, 18 de febrero de 2021

Cuando la sumisión está en tu naturaleza





   En el mundo de las comunidades BDSM, algunas mujeres dominantes ocupan un sitio especial porque sólo aceptan rodearse de hombres sumisos que reconocen su jerarquía, las cortejan con adoración y pagan sin reparos los tributos que ellas exigen para mantener un estilo de vida que consideran propio de su condición de Dóminas.

   La pregunta ética que a veces surge en los debates es si corresponde que lo hagan. Si estas conductas no están reñidas con el carácter moral que algunos pretenden asociar al BDSM. Si ellas abusan de los hombres que las adoran. Y la respuesta es muy simple. Ellas lo hacen porque pueden hacerlo.

   El Ellas pueden hacerlo nos remite a la eterna discusión sobre qué es el poder en las relaciones humanas. 

   Podemos definir el poder como la posibilidad que algunas personas tienen de imponer su voluntad a otros pasando por alto toda resistencia. Cuando en lugar de resistencia, se obtiene obediencia, el poder se transforma en dominación. Esa obediencia a la dominación puede obtenerse mediante tres formas: 

  • los derechos legales 
  • los mandatos tradicionales 
  • la naturaleza humana.

   El poder se vuelve autoridad legítima cuando los individuos que componen la comunidad creen en la legalidad de un sistema de derecho. De acuerdo a esta primer forma, cuando dos o más personas establecen reguladamente mediante consensos previos cuales van a ser los derechos y la obligaciones de cada parte en una relación BDSM, se ha establecido entre ellos un sistema de derecho que legitima la autoridad de quien domina sobre quien se somete.

   En los personajes de las novelas de Sade, estratificados en la Francia prerrevolucionaria, se daba por sentada la superioridad de unos sobre otros, de la nobleza sobre los plebeyos. Una superioridad que nadie discutía y que estaba basada en mandatos y tradiciones que se remontaban a los tiempos del Imperio Romano. De acuerdo a esta segunda forma, una parte de la sociedad, por una cuestión de noble cuna y avalada por un arbitrario mandato divino, tiene poder sobre los bienes, la libertad y hasta sobre la vida de otros.

   Existe un tercer factor, además del derecho y las tradiciones, mediante el cual el poder obtiene obediencia. Un poder puede ejercerse porque del otro lado hay alguien cuya naturaleza lo impulsa a la sumisión. Toda la obra literaria de Leopold Sacher-Masoch tiene como piedra angular la existencia de un poder femenino que nace de la belleza y capacidad de seducción de la mujer y que es capaz de arrastrar a los hombres a la sumisión explotando su naturaleza lujuriosa y su tendencia al amor romántico llevado al extremo. 

   Las mujeres que saben excitar a los hombres mediante el deseo fetichista son dueñas de un enorme poder sexual. Este poder es fascinante porque tiene muy poco de consciente, nace de profundas pulsiones que habitan en la mente humana y hasta puede aspirar a una legalización. Uno de los puntos culminantes de La Venus de las Pieles es justamente la redacción de un contrato de esclavitud voluntaria que pretende legalizar la relación entre Wanda y Severin. Se expresa la naturaleza mediante un instrumento legal. 

   En sus novelas, Leopold Sacher-Masoch expuso con claridad hasta donde es capaz de llegar un hombre de tendencias sumisas con tal de complacer a la mujer que adora. Si no fue el primero, seguramente fue el más poético en describir la naturaleza del corazón masculino que late al ritmo del ferviente deseo que le despierta la comunión con una déspota bella y altanera. En pleno siglo XXI, cuando las sucesoras de Wanda ejercen el poder de su seducción sexual para esclavizar a los hombres sumisos y hacerlos sentir inmensamente felices de su condición, es inútil juzgarlas o preguntarles porqué lo hacen. Ellas lo hacen porque pueden hacerlo.




9 comentarios:

  1. Un análisis muy agudo de la correcta relación que debe haber entre sumiso y dominante. El análisis sobre la naturaleza humana es muy, muy interesante. Además del resto, la disertación sobre el "Poder" está muy bien fundada.
    Superlativa la síntesis que se encuentra en la oración: "ellas lo hacen porque pueden hacerlo".

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    1. Querida Gia, las relaciones de poder están entre todos nosotros hasta un punto tal que ya son invisibles. Siempre es interesante hablar sobre como se constituye el poder.

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  2. Tal vez no sea el lugar adecuado para decirlo. No puedo dejar de imaginar que me esclavizan, me feminizan y me preparan para prostituirme como esclava sexual travesti.

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    1. Pero claro que es el lugar correcto!!! Te invito a releer las columnas que encontraras en este link (https://sadobyroxy.blogspot.com/search/label/Sissismo%20y%20feminizaci%C3%B3n) y dejanos tus fantasias de ser esclava sexual travesti. Un beso

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  3. Lo que dariamos algunas por ser esclavas sexuales de hembras como estas.

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  4. Ha sido un real placer leer este post. Necesitamos mucha más literatura y educación para que se comprenda dónde está y cómo se ejerce el poder que nace del Femdom. Muchas gracias y felicitaciones.

    Carlos Charrell

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    1. Muchas gracias Carlos, de parte mía y de cheshirecat (Conde Willy Cheshire)

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