viernes, 20 de noviembre de 2020

Gia Erótica

 



   En este año tan difícil, tuve la enorme suerte de haber encontrado el blog de Gia Van Rollenoof y desde entonces, me he convertido en su fiel seguidora. Gia es una escritora italiana de novelas eróticas cuya visión de la sexualidad femenina me calza como un guante. Los personajes de Gia son mujeres que no se lamentan de su condición sino que la aprovechan para hacer del sexo una alegre fiesta de los sentidos. Las mujeres de Gia son fuertes, poderosas y sensuales. Disfrutan y gozan su femineidad sin culpas. La novela está ambientada principalmente en Venecia en un ambiente sáfico lleno de juegos perturbadores, moderadamente sadomasoquistas y marcadamente fetichistas,

   La novela Gia erótica es un cuento de hadas para adultos donde  el amor y el sexo se exprimen en su dimensión puramente pulsional. Despojados de todas las implicaciones pseudo románticas, los acontecimientos se cuentan explícitamente en su gratificante esencialidad erótica. Aunque la narración a menudo entra en temas más serios, se trata esencialmente de impulsos sexuales de mujeres hacia otras en un ambiente marcado por la alegría y la búsqueda del placer.

   En este primer libro de la serie, se narra la historia de un contrato de sumisión entre una Mistress alemana llamada Camilla y cinco chicas, entre ellas Gia. Las cinco viajan a la mansión de Camilla. El juego consiste en que en el primer mes todas pueden disponer de Brunhilde, la sumisa favorita de Camilla pero en el segundo serán ellas las que deban someterse a  la voluntad de Camilla. 

- Y con tu culito, cómo te va? Nunca he visto una penetración anal tan importante, le preguntó Mara a Camilla.

- Fue fantástico, chicas... incluso si mi trasero todavía me quema un poco a pesar de que me trataste con el bálsamo.

- Te lo mereces: y estás contenta de salirte con poco. Tienes que agradecer a tu santo patrón que tu antojo incontrolado no te causó un prolapso rectal; si tú eres una gran mujer, debo decir que también eres una imprudente, Camilla, le dijo Gia, enviándole una benévola mirada de reprobación.

- Qué podemos hacer esta noche en el Salón de los Suspiros, Camilla?, le preguntó Francesca.

- No cuentes conmigo; ya tuve suficiente por hoy. Pero vosotras pasadlo bien.

- Diría que de quedarse en nuestro apartamento para follar y nada más; desafortunadamente, hoy ni siquiera hemos disfrutado de un solo golpe de látigo o de cualquier otra cosa, propuso Roberta.

- Podéis usar lo que está en vuestro dormitorio, ¿no? Escondido en el falso techo también hay un cabrestante, y en la cómoda encontrarais todo lo que necesitáis, como cuerdas, mosquetones, cañas y más, le recordó Camilla.

 - Y tú, qué harás sola?, le preguntó Gia.

   En ese momento se escuchó el rugido de un motor; sorprendida, Gia preguntó: Quién puede ser a esta hora?

- Hace media hora, Brunhilde me llamó por teléfono, y me dijo que había hecho toda su tarea; como ya habíamos terminado con nuestras cosas, le dije que podía, o más bien, que tenía que volver aquí rápido. Entonces, esto es lo que voy a hacer: Haré feliz a Brunhilde, quien se lo merece, pobrecita, que siempre es tan servicial. Antes de dormirme, le impartiré una buena dosis de látigo, después de lo cual lo poseeré con un strapon dorado; sabes, como es sumisa, no puedo inseminarla en el coño, porque esto reduciría las distancias entre nuestros respectivos estatus, y, por lo tanto, la sodomizaré, llenando su barriga con mi esperma femenino, algo que ella ama, y que ha aprendido a soportar sin, digamos, efectos secundarios, después de un largo ejercicio, por supuesto. Luego, me haré lamer por una hora el coño; finalmente, después de haber vaciado mi vejiga en su dulce boca, empujaré el plug con la cola en su culito, como es apropiado para una perrita fiel, y me dormiré, con ella que estará al pie de mi cama, ansiosa por satisfacer mis posibles necesidades nocturnas. Veréis: después de este día en el papel de sumisa, realmente necesito desahogarme en el papel auténtico y natural que me pertenece, es decir, de Mistress, usando su carne por mi placer, y poseyendo incluso su alma. Por otro lado, si ella es feliz, ¿por qué no? Ya me imagino sus ojos rociar felicidad cuando se lo anunciaré; si se necesita tan poco para hacerla feliz, por qué no hacer una buena obra?

Si por ella está bien, para ti no es un mal programa, comentó irónicamente Francesca.

Bueno, muchachas, paséis un buen rato vosotras también, que yo me retire a mis apartamentos. Feliz noche.

Feliz noche para ti también, querida Camilla... y para Brunhilde, le respondió Gia, en nombre de todas, dándole una sonrisa cómplice.

Cuando Camilla salió del dormitorio...

Roberta: Escucháis, solo son las diez, y tenemos dos o tres horas antes de dormir; juguémonos bien el tiempo que tenemos. Propongo ser la primera en sufrir la tortura; con una caña, en el culo y los muslos.

Mara: Y yo después de ti; pero, al golpear, tomemos turnos para disfrutarlo adecuadamente. Dado que siempre decís que mis grandes tetas os dan una buena satisfacción, me ofrezco por ellas; tal vez con ese accesorio para apretarlas en la base para mantenerlas bien elevadas. Estoy hablando del accesorio sencillo y ligero de aluminio, para colgar en el cuello…

(continuará)


5 comentarios:

  1. Qué sexy... Las ventajas de ser mujer. <3
    Ojalá y yo fuera mujer para divertirme como Brunhilde. <3

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    1. Josh..cuanto te comprendo. Poder vivir fiestas lésbicas debe sr la fantasía de todo hombre. Resulta muy extraño que tantas mujeres biológicas no lo comprendan aún.

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    2. No sólo es el sexo. Es el cariño, es la ternura, es la sororidad, es el nivel de confianza y apertura que se puede llegar a tener. El amor más tierno, puro, honesto y sexy se da entre mujeres. <3

      Por eso soy cross-dresser. :D

      Por cosas así, a veces pienso que me equivoqué de sexo al nacer... Pero siempre he sabido que soy sub, y me encanta. <3

      Algún día lo entenderán. <3

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  2. Que relato mas excitante, y claro una en su condición se imagina en la piel de sumisa, una perrita fiel y digna de servir a su ama. Besos Mistress.

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    1. Los relatos de Gia son maravillosos y de un erotismo de alto nivel. Gerita, no te los pierdas

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