Las Tigresas Blancas son un grupo de mujeres taoístas cuyo objetivo en la vida es restaurar su juventud y conseguir la inmortalidad espiritual. Creen que este objetivo sólo se puede conseguir a través del sexo. Para el taoísmo, el sexo es la energía más poderosa y es posible aprender a utilizar esa energía para que resulte beneficiosa. El secretismo que envuelve esta sociedad mítica de mujeres es extremo y por eso hasta hace muy poco sabíamos muy poco de ellas.
Hsi Lai es un escritor que ha estudiado en detalle muchos aspectos de la filosofía taoísta. Es el autor de Enseñanzas sexuales de la Tigresa Blanca, un libro en el cual devela algunos secretos que han sido mantenidos en el misterio durante siglos. En los años ochenta, Hsi Lai tomó contacto en Taipei con Madame Lin, una matriarca de uno de los tantos linajes de Tigresas Blancas, ganó su confianza y pudo dedicarse al estudio de la ideología y las prácticas de las maestras taoístas. Las enseñanzas contenidas en un singular Manual de la Tigresa Blanca (propiedad de Madame Lin y escrito en 1748 aunque se sabe que está basado en otros anteriores que se remontan hasta los tres mil años de antiguedad) contienen explicaciones sobre cómo una mujer puede absorber la energía sexual masculina, intensificar el orgasmo, recuperar la belleza, recobrar la energía de la juventud e infundir vida a los órganos sexuales. En palabras de la propia Madame Lin, que prologa el libro de Hsi Lai La energía sexual es el trampolín que nos proyecta hacia un estado de vida repleto de juventud y espiritualidad.
Mediante el coito, la mujer concibe un hijo carnal.
Mediante el sexo oral, vuelve a engendrar las tendencias de su niñez.
Lo que este verso dice es que mediante felaciones, una mujer puede recuperar y revivir su juventud. Por esta razón, la Tigresa Blanca es básicamente una felatriz. O sea, dicho en palabras de un blog español Por muy chocante que nos resulte en Occidente, estas maestras de la espiritualidad oriental, en vez de orar con el rosario en la mano lo hacen con la polla en la boca. Para la Tigresa Blanca, el proceso de rejuvenecimiento avanza cuando el monte de Venus queda casi sin vello, la cintura se le afina (se le llama Cintura de Sauce), los labios se vuelven rojos y la cabellera negra, larga y lisa. Además, las Tigresas suelen llevar uñas largas y pintadas de rojo. La Tigresa Blanca es una mujer universalmente considerada joven y atractiva por los hombres que elije como posibles candidatos para que le entreguen la energía sexual que esta vampiresa oriental necesita, eyaculando en su rostro y en sus senos.
El Dragón, al agazaparse la Tigresa ante él
se siente arrastrado hacia su boca
El Loto Rojo de la Tigresa se apodera
de la preciosa perla del Dragón
y ella se escapa de un brinco
llevándose su presa
La única función de los hombres denominados Dragones Verdes es aportarle a la Tigresa su semen y con él, su energía sexual, su chi. El Loto Rojo es la lengua de la Tigresa, que ella usa para lamerlo y chuparlo, excitándolo hasta la eyaculación. Previamente, lo seduce y excita mostrándose como una joven atractiva y deseosa de relaciones orales furtivas. El hombre ideal para ser Dragón Verde es aquel capaz de eyacular semen blanco y espeso. Según las antiguas tradiciones, ella lo seduce y le practica felaciones sin dejarlo marcharse hasta lograr tres orgasmos sucesivos en una sola sesión. Sólo se le permite a la Tigresa mantener nueve de estas sesiones para evitar que el Dragón se apegue demasiado a ella y comience a desear realizar coitos en lugar de felaciones. Pasadas seis semanas, si él se comporta bien, se podrá reiniciar otro ciclo de nueve encuentros. Así se evita que el Dragón Verde quede demasiado apegado a la Tigresa, se le permite recuperar su energía sexual y a la vez, se busca que extrañe los placeres que recibe de ella.
Aunque el hombre no sepa que está siendo utilizado como Dragón Verde, hay algunas reglas generales que la Tigresa le hace cumplir.
La Tigresa rechazará a todo Dragón Verde que exija en forma agresiva concretar coitos.
La Tigresa rechazará a todo Dragón Verde que insista es quedarse con la Tigresa o querer iniciar una relación con ella o que se queje que otro hombre la está observando o está presente.
La Tigresa rechaza a todo candidato a Dragón Verde que sea bebedor o consuma drogas.
Para que la Tigresa ruja, debe remontar el vuelo con el Dragón
Cuando la esencia del Dragón cae sobre la Tigresa
se convierte en jade
Entonces ella se vuelve indestructible
y puede deambular a voluntad por la morada celestial
Desde tiempos remotos, los chinos han considerado que el jade es el semen de los dragones que cae a la tierra y se coagula. El jade verde oscuro simboliza la longevidad. En el caso de la hembra (la Tigresa y la Tierra), el semen del macho (el Dragón, el Cielo) debe coagular sobre ella para producir el elixir del jade, que garantiza salud y longevidad.
El Dragón de Jade es el compañero de la Tigresa durante los años de prácticas. Ella busca siempre su contacto y su encuentro para asegurarse protección física, seguridad económica y apoyo emocional. Ella siempre le recuerda que es a él a quien ama y no a los Dragones Verdes. El Dragón de Jade es un sumiso privilegiado porque en la intimidad goza de una amante perfecta en toda clase de técnicas sexuales y disfruta de los intensos placeres voyeuristas que le brindan los encuentros entre su Tigresa y los Dragones Verdes. El Dragón de Jade no puede masturbarse ya que también debe conservar su energía para contribuir al poder que su Tigresa va ganando.
Hasta aquí, una muy breve semblanza de lo que Hsi Lai nos cuenta. La China milenaria taoísta, lejana y exótica. Prácticas sexuales y espirituales fuera de todo contexto social occidental. Pero a medida que con mi marido sumiso íbamos leyendo el libro, nos resultaba cada vez más sorprendente la similitud entre las formas de actuar de las Tigresas con los Dragones Verdes y el Dragón de Jade y la forma en que yo manejo a mi marido cornudo y al resto de mis amantes. Mi forma de dominar, tan entroncada en el vampirismo sexual tiene muchos puntos en contacto con las propuestas de estas exóticas damas, si bien las enseñanzas de la Tigresa abarcan una completa filosofía de vida y el estudio sistemático de varias disciplinas.
Cuando sólo por mi propio placer hedonista, provoco y seduzco a varios varones en sesiones de bukkake que finalizan en eyaculaciones sobre mi piel, me siento libre y energizada además de erotizada. Pero con ellos, la relación no avanza más allá del encuentro sexual, ellos me entregan su tributo seminal sin otra pretensión que la de complacerme, disfrutando de un momento único con una mujer felina, dominante y dispuesta a vampirizarlos. No son solo sesiones de sexo oral por mutuo placer, yo siempre siento que existe un poder y una energía que fluye y que me diferencia de mis eventuales compañeras de aventuras, la mayoría de las cuales mantienen una actitud pasiva, de adoración fálica, tan típica de la mujer occidental.
Para las enseñanzas de la Tigresa Blanca, es muy importante que los hombres se liberen de los celos y de su tradicional actitud posesiva porque lo que mejor resultado le da al hombre es depender exclusivamente de la sexualidad de una mujer altamente erotizada y no de la suya propia. De allí que un Dragón de Jade sólo mantiene relaciones sexuales con su Tigresa, en contraposición absoluta al promiscuo comportamiento sexual de ella. En mi caso, mi marido cumple fielmente su rol de Dragón de Jade. El sabe la clase singular de esposa adúltera, de Tigresa, que lleva del brazo a una sesión de sexo. Disfruta inmensamente de la excitación voyeurista y me brinda la protección y la compañía que me hace sentir segura. Siempre recurro a él para los goces íntimos, profundos, verdaderos.
Tigresas y dragones, cielo y tierra, ying y yang. Hombres que sirven sexualmente a mujeres seductoras que adquieren poder rompiendo tabúes monogámicos, acompañadas y protegidas por compañeros sumisos. Las enseñanzas de la Tigresa Blanca, aunque sean aplicadas parcialmente, son otro collar de gemas, quizás las más exóticas, en el sensual joyero de la señora adúltera.
Fuente: Hsi Lai Enseñanzas sexuales de la Tigresa Blanca.
(Los párrafos en verso corresponden a citas del Manual de la Tigresa Blanca)