viernes, 15 de mayo de 2020

Fantasías de lectores. Una chica en mi jardín



   No te esfuerces demasiado en buscar a una Dómina. Es Ella quien va a encontrarte. Esa suele ser mi respuesta en tantos debates en donde un hombre con tendencias sumisas pregunta como conseguir Ama. Esta historia que hoy posteo revivió en mí esa vieja sentencia. Es que yo no busqué escribirla, la historia me encontró a mí. Es una historia de ficción, obra de la pluma de mi fiel comentarista Princesa  e inspirada en una foto en donde luzco una remera escotada que homenajea las tetas de Jayne Mansfield. Me gusta creer que Jayne inspiró a un diseñador que a su vez me inspiró a Mí, que a su vez inspiré a Princesa a escribir esta fantasía. Y a su vez cuando yo espero inspiración de una musa, el círculo se cierra y me llega desde la fantasía de Princesa una hermosa historia tan bien escrita que su único destino posible era ser columna de este blog.





   Yo la imagino en Su jardín, tomándose unas fotos con esa magnífica remera escotada y esos maravillosos guantes negros. Una chica joven que camina por la vereda, alcanza a verla a través de las rejas. Se detiene un momento algo impactada por Su imagen. Sé pocas cosas sobre la joven. Me alcanza con saber que es bonita, heterosexual, sin conocimientos acerca de nada que tenga que ver con el BDSM. Alguna vez ha tenido fantasías lésbicas pero no les ha dado importancia porque cree que nunca las llevaría a cabo en la vida real.

   Está claro que sabe que está haciendo algo muy inocente, una travesura de fisgona. A través de los arbustos, observa a una bella mujer madura en lo que parece una sesión de fotos que le realiza quién seguramente es Su marido. Por un instante se pregunta a sí misma si es posible que esa Señora ejerza alguna atracción sobre ella. Rápidamente se ríe de su ocurrencia, esa mujer es atractiva pero a la vez podría ser su madre. Es ridículo, a ella le gustan los chicos jóvenes, no las mujeres maduras.

   Cuando está por seguir su camino, Usted, Mistress Roxy, la advierte. Cuando nota que está por irse, tira de su remera un poco hacia abajo. Sus grandes tetas quedan ajustadas a la remera de un modo más impactante. Entonces la joven emite una pequeña exclamación. Usted aprovecha para mirarla sin disimulo, como si acabara de descubrir su presencia. La chica, muy avergonzada, reinicia su camino para alejarse de esa incómoda situación. Entonces Usted se dirige a ella, suave pero altaneramente.

- Que maleducada, espiando en una casa ajena y cuando te descubro, en vez de pedir disculpas, te vas corriendo.

   La joven se detiene helada y por su mente se cruzan muchas cosas. Sabe que lo más prudente sería seguir caminando y alejarse. Piensa a la vez que la señora tiene razón, que no le cuesta nada volver sobre sus pasos y disculparse. Menos conscientemente y aunque no lo quiera reconocer, el tono imperativo de la mujer y su sensualidad dominante empiezan a hacerla sentir sumisa. Retrocede unos pasos.

 - Tiene razón Señora. Es que Su jardín es muy hermoso y me detuve a admirarlo.

   Usted, Mistress Roxy, sonríe suavemente al ver que Su presa se muestra indefensa. Con tono de voz y mirada, extremadamente provocativos, la ataca nuevamente. La mira directamente a los ojos y mientras le sonríe, tira de Su remera hacia abajo nuevamente dejando Sus hermosas tetas casi al aire.

 - A qué te referís con mi jardín? 

   La chica no puede creer la situación. Mira a Su esclavo marido que parece estar atento solo a la cámara, como si la revisara, completamente prescindente de la situación. Casi en shock, la joven siente que no puede articular palabra. Lo que es peor, demora varios segundos en darse cuenta que no puede apartar su vista del escote. Cuando levanta sus ojos, Mistress Roxy la mira con sadismo triunfante.

 - Seguís mirando mí jardín?

   Con la cara roja y lágrimas asomando a sus ojos, la chica apenas si puede susurrar una disculpa.

- Perdóneme Señora, no sé lo que me pasa, Usted tiene toda la razón, soy una maleducada, de verdad, no sé lo que me pasa, ya me voy, le pido disculpas otra vez.

   Entonces es cuando Usted, Mistress Roxy, adopta la expresión que se ve en la foto. Su enguantada mano derecha apoyada en Su espléndido cuerpo con encantadora femineidad. El dedo índice de la izquierda señalando Su escote en un gesto provocador e irresistible. Seductora y firme a la vez, se dirige a la chica.

- No me parece bien que te vayas, creo que lo correcto es que entres y te disculpes como corresponde.

   Su esclavo marido no necesita oír más para acercarse a la puerta de rejas, abrirla y franquearle el paso a la joven. Ella está azorada, una Diosa madura la está seduciendo y dominando descaradamente y lo peor es que se siente completamente imposibilitada de evitarlo. Mira fijamente Su pose y se siente como hipnotizada. Sin saber lo que está haciendo, camina como una autómata. A un metro de distancia de Usted, Mistress Roxy,  se detiene y balbucea.

- Lo siento mucho Señora, dígame qué tengo que hacer para que me perdone.

   Usted sonríe, se acerca hasta que quedan casi pegadas. Con el dorso de Su mano derecha enguantada le acaricia la mejilla, limpiándole una lágrima que queda en uno de los dedos. Lo acerca a la boca de la chica que se siente completamente trastornada. Entiende que debe chuparlo y dócilmente comienza a hacerlo. La textura del guante entre sus labios y su lengua, la enloquece aún más.  Usted, Mistress Roxy, la mira a los ojos con sádica ternura.

- No te preocupes, sólo tendrás que hacer todo lo que Yo te diga.

– Por supuesto Señora.

– Me llamo Mistress Roxy.

- Sí Mistress Roxy, haré todo lo que Usted mande.

   La voz de la joven tiembla. Usted en un gesto altanero, le señala sus altas botas de cuero negro y suelas rojas y ella comprende de inmediato. Se arrodilla, llorando en total sumisión y actuando como si no tuviera voluntad alguna. Completamente entregada a su nueva Diosa, empieza a lamer la caña de Sus botas. Su lengua es pura docilidad y sus ojos parecen perdidos y extasiados. Usted, Mistress Roxy, cierra los suyos, se entrega al placer y se acaricia los pechos con ambas manos enguantadas.

- Lo vas a disfrutar mucho querida.





6 comentarios:

  1. No haré un comentario extenso, no me parece adecuado en este caso.
    Solo quiero agradecerle profundamente, Mistress Roxy.
    Por la publicación y por Su hermosa introducción, por supuesto. Lo siento como un regalo que me llena de emoción. Pero principalmente, por haber cambiado mi vida. Desde que la conocí, me hizo descubrir toda la femineidad que llevo dentro de mí, y me ayudó a disfrutarla de un modo encantador.
    Muchísimas gracias, Mistress Roxy, estoy completamente deslumbrada por Usted.
    Con amor y sumisión.
    Princesa

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    Respuestas
    1. Fue un placer publicar tu delicada y femenina columna, Princesa. Has sabido captar en una breve historia de fantasía a mi propia personalidad, mi estilo, mis gustos sexuales y el espíritu que me llevó a construir este blog desde el 2012. La historia es ficticia pero hay tantas historias reales que son muy parecidas.

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  2. Una historia muy sensual y bien escrita. Sin dudas es Usted una notable fuente de inspiración, Mistress Roxy.
    Saludos, daniel.

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  3. Me ha gustado este relato, siga inspirando mentes perversas, esa es su misión en esta vida.

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    1. Hermosa mision la mia. Espero tambien inspirar la perversion de Mia

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