Durante una conferencia que brindó en Cartagena de Indias, Mario Vargas Llosa describió así al personaje de Emma Bovary, la protagonista de la gran novela de Gustave Flaubert. Ella quiere que la vida sea pasiones extraordinarias que hacen vivir grandes aventuras, que la vida sea el placer de la elegancia, del derroche, de la sensualidad; el placer del exceso sentimental, de la pasión, y eso es lo que quiere materializar con las cosas que hace. ¿Y qué encuentra a su alrededor? Mediocres, pobres diablos incapaces de vivir a la altura de la sensibilidad, de la imaginación educada en ella por la ficción. Ése es el maravilloso simbolismo de Madame Bovary. Es lo que hace que Madame Bovary no sea una novelita realista, sino una novela que expresa un elemento fundamental de la condición humana: la incapacidad de nosotros, seres humanos, de aceptar la realidad tal como es, la necesidad tan profunda de vivir de otra manera, de no tener esa única vida que tenemos, que es por lo que leemos novelas, por lo que leemos ficciones. Y a lo largo de la historia ha habido gentes como el Quijote, como Madame Bovary, que han querido hacer realidad de la ficción.
En nuestras paganas celebraciones Femdom, nosotras también transformamos ficciones en realidades porque necesitamos de una ficción para disfrutar de una sexualidad más plena. No soy mentirosa, voy de frente con mis verdades pero no por eso dejo de ser mujer. En tren de confesiones, reconozco que en mi vida sexual hago muchas veces uso y abuso de las ficciones (o directamente las llamaré mentiras) para lograr mis fines. Quienes participan, lo adivinan y saben que es parte del encanto. Mucho de mi emocionalidad también se basa en saber escuchar. Escuchar, al igual que dominar, es un arte. Y a partir de la escucha, nace el otro arte, el del saber desarrollar una narración, una ficción, que embelese al oyente. Algo que las mujeres dominamos muy bien ya desde los tiempos de Sheherezade.
El tan conocido Pegame y decime Marta es un deseo elevado a la calidad de mentira. Una invitación al amor falaz. El es muy hombrecito pero arma un equipo conmigo para jugar a un jueguito desigual, cargado de ficciones. Le pego fuerte pero sé que no le duele. Lo llamo con nombre de mujer y él es varón. Le digo que nunca gocé tanto y que será mío por toda la eternidad pero apenas lo conozco. El promete poner el mundo a mis pies pero a lo mejor ni siquiera tiene un buen empleo. Y así vamos juntos hacia gloriosos orgasmos.
La liturgia de la celebración Femdom suele extraviarme en las fantasías más profundas; lo que provoca que muchas veces me vea arrastrada en la superficie por realidades banales y superfluas porque en esa sabia combinación de superficies y profundidades, yo encuentro la diversión. La falsedad y la injuria por un lado y las ganas de ser humillado por el otro pueden llegar a conformar un combo de lujuria invencible si la Dómina sabe administrarlos. Un juguete más pero muy sofisticado y de mecanismos muy sensibles. Yo a veces hago gozar diciendo crueldades, otras simplemente siguiendo la corriente de las mentiras y en muchas más soy yo la que goza cuando les pongo el cuerpo para protagonizarlas.
Ser una sacerdotisa pagana investida con los hábitos del Marqués implica la decisión de hacerse cargo de las expectativas generadas y entrar en el confesionario de un templo pagano en donde los altares reverencian a divinidades bautizadas con los nombres de Wanda, Safo, Bettie y Marilyn. En esas ceremonias íntimas aprendemos a escuchar confesiones, testimonios e historias de variada índole. Muchas me aburren pero muchas me interesan y de todas he aprendido. Muchas son verdades pero muchas son sólo fantasías. Ese acto testimonial es un estorbo innecesario para la mayoría de las mujeres (a veces para míِ también lo es) pero siento que debo aceptarlo como una expresión de la confianza que un alma sincera puso en Mí.
"La FICCION es usar una MENTIRA para decir una VERDAD"
ResponderEliminarRicardo Piglia, citando a alguien más.
No se puede creer Vargas Llosa..tan buen escritor y tan inteligente analizando Literatura y en lo políticotan..en fin..
Delicioso su librito: "CARTAS A UN JOVEN ESCRITOR" donde desmenuza a Cervantes, Flaubert y compañía para beneficio de un supuesto novato que le pregunta...
niní
siempre un dato útil, para hacernos pensar e ilustrarnos, mi queridísima niní..que ganas de verte de nuevo, en algunos de esos lugares nocturnos donde siempre nos encontramos....
Eliminary claro que en el fondo nuestras ficciones son verdades
Adorada LadyRo... como siempre un placer pasar por aqui. Ya no lees mis mails? Q pena!
ResponderEliminarBesos miles
estoy de vacaciones y con poco tiempo, blues. Siempre que puedo contesto.
EliminarLeyendo esta columna solo me surge decir "Que hermoso es ser mujer"!!!
ResponderEliminarGracias Mistress, por regalarnos sus comentarios y sus vivencias!
Muy bien expresado en tu artículo querida Roxy, yo creo que casi el 100% de la sociedad tiene su cara oculta, quiere vivir una ficción de vez en cuando que salga de su rutina, la mayoría se pone una máscara de cara a la sociedad, pero todos todas tenemos nuestras fantasías que cada uno/a las expresa de distinta forma.
ResponderEliminarBesiss cari
Susy, Merce...gracias por sus comentarios!
ResponderEliminarSi sabrán ustedes de la importancia de vivir las ficciones y hallar ese delicioso PLACER....
GLORIOSO !! Junto con Moshe ,las dos cabezas mas lucidas del Bdsm que conozco.Esto tiene que pasar al papel y al libro!
ResponderEliminarcon mucho afecto,respeto y sumision
Commendatore