jueves, 12 de noviembre de 2020

La Damsel in distress y la Dominatrix

 



   Vagabundear por sitios web fetichistas del mundo anglosajón me ha permitido ponerme en contacto con personas con una sexualidad más expandida que la que habitualmente cultivamos en nuestro ámbito hispanoparlante. Así fue como hace algunos años me incorporé como una de las pocas o quizás la única mujer latina a un foro de stucking fetish.

   Qué es el stucking fetish? Una mujer maneja un auto con cierta torpeza en una zona rural y se queda atascada en el barro, la arena o la nieve. Entonces ella hace girar las ruedas desesperadamente para poder zafar del stuck y sólo consigue enterrarse cada vez más. Lo que sería una pesadilla total para cualquiera de nosotras se transforma en fetiche cuando aparece un caballero que luego de observar toda la escena, se predispone gentilmente a rescatar a la dama liberando las ruedas o remolcando el auto. Ya a salvo y en tierra firme, le agradecemos con una sonrisa mientras le contamos que nos perdimos y que gracias a él salimos del paso y podremos llegar a una fiesta y es por eso que estamos maquilladas y vestidas tan sexies y, por supuesto, en tacos altos.

   La condición fetichista del stucking se basa en un roleplaying que debe ser bien jugado por ambas partes. Las mujeres son muñecas bellas y frívolas y  ellos son los caballeros de la brillante armadura que conocen todos los secretos para auxiliarnos. Estereotipo machista? Sin dudas. Quizás allí resida parte del encanto del stucking fetish. En su incorrección política frente al igualitarismo tan en boga en los tiempos de hoy.

     El stucking forma parte de un universo fetichista mucho más amplio que suele englobarse en la tradición anglosajona de la damsel in distress. La dama en apuros tradicional nace en las publicaciones picarescas norteamericanas de la década de 1940 emparentada con los dibujos de pinups y me atrevo a decir que alcanzó su clímax con las clásicas chicas Bond. Si bien puede recrearse en cualquier escenario actual, como es el caso del stucking fetish, la damsel in distress refleja una época en donde roles y vestimentas estaban netamente separadas en femeninas y masculinas. Ella suele usar faldas y tacos altos que la muestran como vulnerable mientras espera a su héroe que siempre llega a tiempo para salvarla como en las viejas películas de Hollywood o las novelas de caballería.




   La damsel in distress y todas sus actualizaciones como el stucking fetish parecen ser el escenario ideal para desarrollar fantasías de mujer sumisa. Tanto en las primeras ilustraciones de pinups como en las recordadas fotos de Bettie Page, las chicas solían presentarse atadas y humilladas aunque siempre conservando una impronta picaresca y divertida. Pero aunque a primera vista parezca lo contrario, también puede haber  dominación en la damsel in distress.

   En que se emparenta la damsel in distress con la dominatrix?

   Para mis aventuras nocturnas en fiestas y discotecas o en la intimidad de mi alcoba, suelo vestir habitualmente ropa fetichista y en especial, zapatos o botas de tacos altos. Es obvio que el uso de dichas prendas me predispone mucho más al rol de una damsel in distress que necesita permanente auxilio masculino para cualquier movimiento que a una mujer con poder. Esa contradicción entre poder erótico y necesidad de auxilio está siempre presente en el Femdom fetichista y es una de las razones de su especial encanto.

   Así como el stucking fetish funciona cuando la chica que maneja el auto deportivo no sólo es sexy sino que necesita del auxilio masculino para salir de la situación del atasco, parte del encanto de las dominatrices es mostrarse como diosas siempre atendidas por una corte de sumisos que se ocupan de todo lo necesario. Ella se limita a brillar y hacerse adorar vistiendo ropas ajustadísimas que casi le impiden el movimiento, invierte horas en elaborados maquillajes y camina montada sobre tacones imposibles que le imposibilitan toda defensa. 

   No es lo mismo?

   Desde el punto de vista masculino, tanto el sumiso que atiende a la dómina como el caballero que auxilia a la chica atascada, no son otra cosa que hombres que se ponen voluntariamente al servicio de las mujeres y disfrutan de su condición de lacayos. En situaciones de damsel in distress, puede ocurrir que el fetiche ponga el poder del lado femenino. En situaciones de dominatrix, la imagen simbólica de poder femenino es mucho más importante que la realidad de su vulnerabilidad física. En el BDSM, siempre es mucho más importante lo que se fantasea gracias a los símbolos que lo que realmente existe. Por más in distress que esté la damsel en cuero y tacones, si en tu cabeza me imaginás poderosa, entonces lo soy.





6 comentarios:

  1. Gracias, Mistress Roxy, tú es realmente agradable. Ya que es solo recientemente que comencé a aprender español, espero no haber cometido errores muy graves. Yo también aprecio mucho lo que escribes, y te sigo. Un beso de Italia.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Baccio, cara Gia.

      Un verdadero placer haberte conocido y a tu maravillosa obra. Te seguiré difundiendo en Argentina

      Eliminar
  2. Jeje!!! En mi caso siempre he sido una damsel in distress, mistress.

    ResponderEliminar
  3. Como es habitual,una gran nota
    atentamente
    Comm

    ResponderEliminar

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...