lunes, 29 de junio de 2020

Ellen Rometsch. El poder de la fellatio



   Me gusta imaginar a las dominatrices de hoy como la reencarnación moderna de aquellas cortesanas parisinas de siglos pasados. Luego de años de dominar cuerpos y mentes, hemos aprendido a captar los intensos deseos fetichistas de la mente masculina para utilizarlos en nuestro provecho, sea para obtener dinero, regalos y posiciones ventajosas en la vida o simplemente por el placer sádico de hacer con otra persona lo que nos viene en gana. Expertas en artes amatorias, dueñas de todos los recursos eróticos y absolutamente negadas para todas las cuestiones relacionadas con el pudor y la ética, vamos por la vida divirtiéndonos con el sexo y derramando a nuestro paso el poder seductor de la femineidad. Hoy como ayer, las modernas sucesoras de Cleopatra hacemos uso y abuso de nuestro atractivo sexual por conveniencia o para divertirnos, jugando con el deseo de los hombres. 

   No siempre una dominatriz es una dama vestida de negro con altísimos tacones y un látigo o fusta en la mano. Esa es la imagen más común, extraída de las más tradicionales fantasías sumisas masculinas fetichistas. Algunas veces, una mujer domina a través del sexo mediante otras formas y manejando otras artes. Quiero contarles una breve historia, anclada en los años de la Guerra Fría, que ilustra a la perfección lo que quiero decir
.








   A principio de los años sesenta, el Quorom Club de Washington reunía una clientela selecta que incluía a los más importantes congresistas y funcionarios de los Estados Unidos. Por supuesto, de acuerdo a los códigos no escritos de la época, revoloteaban entre ellos las más exquisitas escorts. Entre ellas, se destacaba la alemana Ellen Rometsch, una morocha de pelo corto que fue una de las mayores pasiones extramaritales del presidente Kennedy y se cree que fue su última amante antes de ser asesinado.

   Pero la verdadera historia de Ellen Rometsch va más allá de su belleza y su elegancia. Su poder sobre los hombres pasaba por otra parte. La historia oculta sobre Ellen, que salió a la luz hace pocos años, nos cuenta que la alemana era una maestra del sexo oral y realmente disfrutaba haciéndolo. Había perfeccionado hasta tal punto su arte como felatriz que todos los hombres que intimaban con ella enloquecían y al otro día sólo pensaban en volver a verla.  Cuando su fama comenzó a trascender, Ellen empezó a ser vigilada por el FBI, que sospechaba que su agenda sexual de contactos en las escalas más altas de la política sólo podía responder a que era una agente encubierta de la Alemania del Este. Para mayor desgracia, su lugar de nacimiento en 1936 era un pueblo que luego de la Segunda Guerra Mundial quedó del lado oriental de Alemania. 







   Al poco tiempo de su affaire con JFK y luego del asesinato de éste último, la presión sobre Ellen Rometsch se intensificó por la acción del temido Edgar Hoover. Perseguida y espiada por el FBI, debió abandonar los Estados Unidos y retornó a Alemania, donde vive actualmente tratando de conservar su anonimato como una ancianita más.

   La historia sexual de nuestra civilización está llena de secretas aventuras de alcoba como las protagonizadas por Ellen Rometsch y los hombres que la frecuentaban. Cuando la caída de los prejuicios y los mandatos permite el desarrollo de ambientes hedonistas libres de escrúpulos, resulta imposible no imaginar a bellas mujeres manipulando a los hombres desde la seducción y el deseo. En un futuro mejor, podemos esperar un mundo libre de la trata de personas y de la esclavitud sexual pero estoy segura que nunca veremos el fin de las reinas del sexo deluxe. 

   Afortunadamente. 




A mí no me importaría pasearme por los Reinos y los Palacios como la mujer erótica, linda, hermosa, caliente. Dejando la política y los asuntos complicados a los hombres. Me da igual que suene machista. Se ensalza la mujer, el sexo, el poder de persuasión que emana de cada curva de nuestro cuerpo.
Acaso no es eso precioso?
Daphne

http://daphnesintabues.blogspot.com.ar/2017/02/va-de-historia-ii.html

sábado, 20 de junio de 2020

Videoteca. Guantes largos on stage II


   Cuando los tiempos te obligan a encerrarte, siempre es bueno buscar recuperar el glamour y la sensualidad de los fetiches clásicos, de las prendas que pegadas a nuestra piel nos otorgan a las mujeres la sensación de gozar nuestros cuerpos, del sentido sensual del tacto. El guante largo es una de esas prendas, tal cual lo cuento en esta columna, inmediatamente anterior a ésta.


Lady Gaga en los Grammys 2011


   Esta es la segunda colección de videos Guantes on Stage dedicada a damas luciendo guantes largos operagloves en alfombras rojas, escenarios y pasarelas. No sólo están los tradicionales color negro; también podrás apreciar guantes blancos, rojos, perlados, rosas y hasta azules. En la primera, las elegidas fueron Shania Twain, Jennifer Lopez, Natalia Oreiro, Lady Gaga, Cassandra Cass, Naomí Campbell, Rihanna, Dita von Teese, Jerry Hall, Eva Herzigova y Madonna. Espero que si te gustan las diez de hoy, les des una mirada a las diez primeras y por supuesto, espero tus comentarios. 



Cardi B en los Grammys 2019


Guantes on Stage II.


Puesto 10.  Grace Kelly. 

1955 fue un año clave en la vida de Grace Kelly. Conocería al príncipe Rainiero de Mónaco y ganaría el Oscar por su papel en The Country Girl. Aquí está el momento en que es nombrada ganadora y sube al escenario. Un homenaje vintage a una de las más elegantes mujeres de la historia que alguna vez se haya calzado un par de guantes largos.





Puesto 9.  Sister Sledge.

De los años cincuenta, saltamos a 1980 y a una presentación en vivo de las chicas de Sister Sledge, Kathy, Kim, Joni y Debbie. Kathy era quien llevaba la primera voz. Las cuatro hermanas juntas se consagraron en el mundo de la música disco con su éxito We are family. Lo interesante de esta actuación es que usan vestidos y guantes largos muy de gala, lejos del look brilloso de spandex característico de las chicas del disco. 




Puesto 8.  Cassandra Cass. 

Una oportunidad para ver un par de raros guantes azules en plena calle y en pleno día. Cassandra Cass se pasea por Hollywood y homenajea a Marilyn Monroe en la vereda donde ella dejó la marca de sus manos. Aquí, otro video de ella en guantes negros. 




Puesto 7.  Natalia Oreiro. 

Este es el momento de los guantes rojos. La letra es un monumento al lugar común y a la cursilería barata pero es una gran oportunidad para ver a Natalia Oreiro caracterizada como chica pinup, vestida y peinada como Jessica Rabbit en el programa de Susana Giménez. A partir de los 0:40 min, juega sobre el piano haciendo recordar a Michelle Pfeiffer en The fabulous Baker Boys.






Puesto 6.  Joan Collins.

Un breve momento en la gloriosa madurez de Joan Collins, cantando en un escenario la recordada canción que hiciera famosa Marilyn Monroe,  Diamonds are the girl best friends, con guantes largos adornados con pulseras y brazalete, con anillo, aros y collar haciendo juego. El movimiento de su brazo izquierdo es toda una clase de majestuosa femineidad.


  


Puesto 5.  Jerry Hall. 

Una de las topmodels favoritas de mi blog vuelve a aparecer en el runway de Thierry Mugler de los años noventa. Las columnas en medio de la pasarela sirven para que las damas se apoyen y luzcan mejor sus atributos. Cubierta con un chal de encaje negro y luciendo aros de strass, Jerry va y viene en guantes negros. Al final, todos los aplausos son para Thierry.  




Puesto 4.  Grace Jones. 

Un clásico de Grace Jones durante su larga carrera en los escenarios es el baile de hula hula pero en este caso viene con guantes negros y un corsette rojo y negro. La ocasión es realmente majestuosa y en un imponente escenario londinense: la entrada del palacio de Buckingham en el Queen Jubilee Concert en el 2012.






Puesto 3.  Cardi B. 

La rapera Cardi B se presentó en la alfombra roja de los Grammy 2019 con un traje de Mugler llamado El Nacimiento de Venus cuya presentaciòn original fue en 1995, en el famoso Cirque d`Hiver, desfilado por Simonetta Gianfelici. Un espectacular diseño con forma de sirena que se abría en la cintura como una gran concha y que ella adornó con guantes largos rosa satinados y una gran gargantilla, como una metáfora de la célebre pintura renacentista de Sandro Botticelli. Su marido Offset, la ayuda a caminar y no se pierde la oportunidad de besarla ante las cámaras.




Puesto 2.  Violet Chachki. 

Un show drag con reminiscencias de burlesque es el cierre perfecto para la séptima temporada de RuPaul Drag Race, en el 2014. Para ganar el certamen, Violet Chachki despliega todo su arte escénico y su teatralidad en guantes largos, más corsette y boa de plumas. Acá, alguna de las mejores fotos de esta estrella drag queen




Puesto 1.  Lady Gaga. 

Como si fuera una metáfora guantera del paso de las décadas, pareciera haber un abismo entre el formal y señorial estilo de que muestra Grace Kelly en el primer video y lo que muestra éste último. Ella es Lady Gaga en la noche en que fue premiada con el Grammy en el 2011 por The Fame Monster  cuando su look sadofetichista causó sensación. 





   Como conclusión de esta nueva colección de videos, pocas prendas han cambiado tanto su significado en la moda femenina como el guante largo, desde la gala hasta lo fetish. Espero que los diez videos de esta colección hayan sabido reflejar la historia de ese cambio. 


Grace Kelly en los Oscars 1955

sábado, 13 de junio de 2020

La magia de un par de operagloves






   En esta cuarentena abúlica y desgraciada, donde el insomnio nos maltrata en especial a las que aún no queremos resignar la esperanza de volver a vivir un mundo de besos, caricias y lujuriosos aprietes, los sueños me descubren recuerdos de aquellas noches plenas de glamour, las noches en donde yo me entregaba al placer trajeada en purpurina, cuero y lycra. Aquellas historias carretean en mi memoria de forma fugaz, clandestina y lujuriosamente perturbadora y a veces me asaltan en la medianoche sin que yo pueda hacer nada para evitarlo.

   Y así fue como una noche en particular, yo desesperé. No en aquella forma que explicaba una guionista de la revista argenta Para Ti cuando se refería a las mujeres infelices por falta de hombre como las Mujeres Desesperadas o a las country - suburbanas aburridas de la serie Desperate Housewives. Mi desesperación tomó rápidamente la forma de un fetiche en particular.  Me desperté desesperada por mi maridaje con unos guantes negros largos operagloves de lycra que recordaba haber adquirido hace un par de años en Londres, en el mercado de Camdem Town. Me atrevería a decir que homologaba mi sensación con la de mi querida amiga sissy Gerita que tituló su blog Desesperadamente loquita, aunque mi pasión nocturna podrá titularse desesperadamente enguantadora.

   Quise volver a dormirme, pero no pude. Tuve que levantarme y a media luz, corrí hacia mi vestidor. Ya era pasada la medianoche pero no podía más. Asalté con urgencia mi propio cajón de guantes glamorosos, siempre perfectamente ordenado por mi pulcra sissy Isabelle (a veces es Isabelle, a veces es cheshirecat según sean mis gustos en cada oportunidad) y los acaricié adictivamente: primero oliéndolos, luego mordiéndolos con los labios retorcidos y conteniendo en mi ser todo el esplendor de la suavidad de la lycra sedosa y el oscuro color negro azabache que siempre relaciono con el resplandor de la nocturnidad. Con los guantes en la mano, miré hacia la cama y sin dudar, encaré hacia mi sissy que al dormir no parecía demasiado femenina pero debía serlo.

   Fue amor a primera vista en aquella mañana londinense. Todo lo cosmopolita, lo gótico, lo vintage, lo steampunk parecía haberse dado cita en aquel mercado de Camden. Me recuerdo paseando del brazo de mi cheshirecat, curioseando cual Alice de Lewis Carrol, buscando algo que me buscaba también a mí. Me refiero a esos objetos fetiche que más que una etiqueta comercial parecen tener bordada nuestra firma. Estos guantes estaban colocados en un maniquí cuya poca gracia los resaltaba aún más. Me enamoré de ellos a primera vista.  Ni pregunté su precio, ni siquiera me importó si eran usados. Llamé al gato sumiso pagador y cheshirecat, que conoce mis mañas, pagó inmediatamente. Ni siquiera me los probé. Sabía que eran míos y que me estaban esperando desde hace mucho tiempo.



El puesto del mercado de Camden Town donde compré los guantes

   En la penumbra de la noche, le demandé al dormido gato marido y sissy ocasional que se despierte y ponga las manos como para recibir un regalo. Sentándose en la cama medio dormido, obedeció y al ver mis intenciones, se despertó del todo. Con la luz apagada para imaginar la femineidad que le faltaba al resto de su aspecto, le forré sus brazos con los guantes londinenses y le exigí con cero oposición de su parte, a que me acaricie como si él fuera una ella y yo, su amante lesbiana. Que me toquetee. Que me masturbe. Que me penetre. Que se meta entre mis piernas para una deliciosa cunnilingus mientras me acaricia con los guantes. Que se chupe los dedos con mis olores. Ella enloqueció. Se enamoró otra vez de mí como aquella mañana en Camden, como hace tantas noches durante veinte enguantados años juntos.

   El aburrimiento de la cuarentena mutó esa noche en contacto y manoseo. El tedioso y frío insomnio se transformó en ardor. Convertida en muñeca sexual, fui acariciada hasta el climax para vivir lo que un objeto fetichista es capaz de provocarnos a las adoradoras de la sensualidad. Luego de satisfacernos, me bebí un buen trago de indiantonic, como suelo hacer después del sexo y bailé en mis recuerdos con las vendedoras góticas de Camden Town, con Rita Hayworth enguantada en Gilda y con alguna sexy travesti callejera de la que me enamoré en alguna noche. Y todo fue gracias a la magia de un par de operagloves.



lunes, 1 de junio de 2020

Grace Jones



   Grace Jones, que cumplió 72 años en este mes que concluye, es una de las artistas que más ha influido en el mundo del fetichismo del siglo XX. Nacida en Jamaica, de muy joven se trasladó a New York donde inició su carrera de modelo. Al poco tiempo se radicó en París donde se hizo famosa como cantante gracias a  su estilo andrógino y extravagante en escena, donde aparecía entre maquillajes exóticos y trajes futuristas. Grace Jones fue una de las grandes reinas de la era dorada de la disco music. Topmodel, sex symbol, actriz y chica Bond toda en uno, Grace Jones aparece en este calendario con alguno de sus célebres looks. 




Enero




Febrero




Marzo




Abril




Mayo




Junio




Julio




Agosto





Septiembre




Octubre




Noviembre




Diciembre

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