Cuando en la entrevista personal le pregunté su nombre y me contestó Ivanna, con voz sensual y una respetuosa caída de ojos, supe que esta sissy me iba a dar grandes satisfacciones. Ivanna fue educada en el rigor de la petticoat discipline británica, la línea cultural más ortodoxa del sissismo. Esta clase de sissies, criadas bajo la versión british rule de la feminización que se remonta a los castigos humillatorios de la época victoriana, son muy aficionadas a los protocolos ceremoniales y a las reverencias. No pueden concebir al sissismo sin asociarlo a vestimentas y normas de conducta que simbolicen su condición inferior frente a las Mujeres que ellas adoran servir.
Desde el primer
momento, me quedó claro que Ivanna no es una sissy fetichista. No se siente
cómoda en el clásico rol de french maid, de putita provocadora que se pavonea con el plumerito en la mano. Sus compañeras
adoran las cabareteras medias de red pero ella las prefiere opacas. La altura
de sus tacos es la justa y necesaria para otorgarle un andar femenino pero no
para inducir llamadas sexuales de apareamiento. Ivanna es una señorita bien
educada que usa guantes largos porque sabe que son la mejor opción para feminizar
sus antebrazos. No se deja llevar por el placer de sentirse enguantada sino por
su afán de cumplir con la estricta rule inculcada por su institutriz. Su
vestido encorsetado, lleno de volados y con enaguas por debajo no busca generar
sensualidad sino que es el uniforme correcto que remarca su condición de
petticoated sissy, sometida y servicial.
Ivanna llegó
a mi escuela con una formación muy sólida y no fue necesario esforzarse
demasiado en entrenarla. Cumple sus tareas con la máxima eficiencia; ella es la
sissy clásica por excelencia y domina todo el repertorio de prácticas sumisas a
la perfección. Sin embargo, no parece demasiado interesada en el sexo. Si de
ella dependiera, parece que llevaría una
vida de sometimiento en castidad. Jamás pide permiso para masturbarse. Por
supuesto que se muestra muy accesible a toda mujer sádica que desee
sodomizarla o prostituirla pero es su sumisión interna la que la lleva a
entregarse. Para que Ivanna abra su oculto tesoro, es necesario forzarla con
suavidad y firmeza a la vez. Ella sólo goza del sexo si lo relaciona con algún
tipo de sacrificio ritual al que no puede negarse. Esta es Ivanna, la primer alumna en video (el formato es MP4) de mi Sissy School.
Por Dios!
ResponderEliminarQué vestido tan bonito!
Preciosa figura.
Muchas gracias por compartirlo.
Saludos cordiales.
Desde luego, parece la perfecta alumna sissy por lo que nos cuenta Mistress. Una pena que mi pc no me deje ver a Ivanna, tendre que imaginarmela jiji...Besos Mistress.
ResponderEliminarquizas cambiando de navegador, gerita. No te preocupes, de a poco iré reportando a las demas alumnas de mi Escuela.
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