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Mi flogger, gentileza de Blue Velvet |
“Once again...welcome to my house. Come freely. Go safely; and leave something of the happiness you bring.”
―
Bram Stoker,
Dracula
En
2012, cuando comencé a escribir en éste, mi blog, lo hice con la ilusión de
recopilar enseñanzas y fetiches y con el convencimiento de que esta forma de sexo
Femdom no tiene porqué ser accesible para unas pocas sino que cada una de nosotras, cada
mujer, puede sacar su impronta sado, sensual y femenina y dominar eróticamente
su entorno para aumentar su goce sexual. Hoy confieso no estar tan segura
de que sea así; por lo menos en esta parte del mundo.
En la Argentina, la década estropeada del BDSM
oficial, berreta y sucio, con sus reglamentos y decálogos, con sus reclamos histéricos por derechos inexistentes, con sus abusos y sus
lamentos, ha dejado huellas profundas y dolorosas. Bien lejos de ese mundo
tétrico, escondida y clandestina, la dominación femenina sigue siendo un goce elitista, un fetiche para muy pocos y exquisitos libertinos que rinden un secreto culto a sus Diosas
personales. Sé que allí soy el hada madrina de la magia de alguna que otra princesa sissy
o mujer pervertida, que pudieron encontrarme en ese bosque de maravillas
gracias a la sagrada inspiración de Santa Bettie.
Me
hace feliz escribir el blog, que hoy cumple cinco años, aunque me
llevó tiempo comprender la razón de esa felicidad. No persigo fines económicos y no tengo
otra recompensa que las caricias de los comentarios de algunos seguidores, entre los cientos que lo leen por día. Mi felicidad nace y se desarrolla cuando puedo
compartir el secreto de esta forma de sexualidad con otras personas que
comprenden la esencia del juego de la dominación femenina y no se proponen
desvirtuarlo ni ensuciarlo. Mi placer es dar testimonio de una forma de vivir el sexo y la vida, siendo pareja Dómina - sumiso que lleva más de quince años en permanente evolución y a la vez, exhibir mi búsqueda de las raíces visuales e históricas de donde provienen mis gustos y fantasías.
Mi dominado marido insiste en que el mundo está esperando a las dominadoras eróticas
que asuman su poder e impongan su autoridad sensual. Con muchas menos expectativas que las que él tiene, yo sólo te
digo que si estás leyendo este blog porque te interesa un estilo de sexualidad como
el que comparto, si querés seguirme, hacelo. Yo no te voy a enseñar ni a
dictar reglas. Seremos ambas un poco más felices si compartimos, al menos en
este espacio, tu secreto sado y hacemos brillar nuestras luces juntas; la tuya y la mía.