miércoles, 28 de diciembre de 2016

Sado




   El sado es el impulso sexual que me excita. Un hechizo sin religión, sin ética y sin creencias que sólo apunta a ponerme caliente para gozar al máximo. El sado no es una destreza en la aplicación de técnicas de tortura o de castigo sobre otra persona para alimentar un ego. El sado es ejercido por mujeres que a la hora de fornicar (qué palabra tan bíblicamente condenatoria!) utilizamos toda la maquinaria de seducción femenina a fondo y sin retaceos para adueñarnos del deseo de otras personas y ponerlo a nuestro servicio. Así llegamos al climax erótico físico mientras que nuestro esclavo o esclava, ocasional o no, también degusta de una intensa sensación de placer sibarita.

  El sado femenino puja contra la deserotización que acarrea el dogma heteronormo y falocéntrico. Choca de frente contra los ambientes supuestamente alternativos en lo sexual como el BDSM o el swinger en donde la hembra es alentada a erotizarse bajo condiciones controladas que conservan el orden social creado por hombres que pretenden ser a la vez fabricantes y destinatarios del emputecimiento femenino.

   El sado no alimenta egos. El sado nutre al eros y alimenta tremendas pasiones. Pasiones como la idolatría desatada del esclavo hacia la Señora que él adora o la lujuria irracional y antisocial que impulsa a una mujer a poner su placer cómo única variable válida a satisfacer. El sado es una alteración social de la ética que transforma cada encuentro sexual en perversidad ritualizada.

   El sado es irreconciliable con la sociedad. Con toda sociedad. No puede ser parte consciente de un evento social. Una sociedad (una comunidad BDSM por ejemplo) no es sexualmente sádica pues toda sociedad debe responder a un sistema de normas colectivas que inevitablemente chocan contra el individualismo del goce. La palabra consenso y su hiper - uso en los debates en los sitios web sobre BDSM, es entendida como excusa para la aprobación del empleo de técnicas supuestamente sádicas pero desarrolladas en entornos previamente domesticados y esterilizados para evitar desvíos que podrían ser peligrosos. El consenso en la técnica es una caricatura del sado.

   El sado no sigue un manual de procedimientos ni se regula por decálogos de buenas intenciones ni puede organizarse con meses de antelación como si fuera un conjunto de celebraciones escolares. Aunque las comunidades BDSM pretendan disfrazarlo con calendarios, reglamentos y aprobaciones, Nosotras, Las Sádicas sabemos que el sado.... el sado es otra cosa.



Feliz 2017 Sado, Sensual y Femenino


5 comentarios:

  1. Vaya.

    Desde luego es para pensarlo con detenimiento.

    Siempre me dejas boquiabierta, Mistress Roxy ;)

    Me surge una duda: ¿Y qué pasa si una situación 'se te va de las manos'?¿Cómo enfrentas esa situación?

    Besos, Mistress. Y feliz año nuevo 2017 =)

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    Respuestas
    1. Daphne, alguna vez me he extralimitado y debí volver atrás. Alguna vez mi marido sumiso se sintió herido y me costó remontar la situación. Mas de una vez, hombres y/o mujeres se han levantado enojados y cancelaron la sesión sin mas ni mas y me quedé sola con mi marido tomando una gaseosa en la barra. Es el precio a pagar por jugar fuera del consenso previo y lo tengo claro. No todos son éxitos.

      No sé si respondí concretamente a tu pregunta

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  2. Desde luego es toda una declaración honesta.
    Feliz año Mistress.

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