París era una fiesta, decía
Hemingway, recordando el mundo de la Ciudad Luz de las primeras décadas del
siglo veinte. Si la ciudad era realmente una fiesta, la lencería de Yva
Richard podría haber sido el tema de su novela. O más precisamente, la armadura sensual de las damas de la época.
Originalmente nacida como
una empresa dedicada a la lencería erótica, L. Richard comenzó a
fotografiar en 1923 a su esposa Nativa cuando ella mostró la aptitud para modelar sus diseños más sensuales y
femeninos. Gracias a esos primitivos books, ha llegado hasta hoy el espíritu sexual y la inspiración de una época
maravillosa. Para 1930, Yva Richard ya producía los típicos accesorios fetichistas que
hoy se lucirían con orgullo en cualquier fiesta Femdom: esposas de cuero y metal, collares con cadenas,
fustas, látigos, corsettes con portaligas y botas altas de cuero. Toda la deliciosa parafernalia del mundo del sado de hoy y del sado de cien años atrás.
Yva Richard tuvo que cerrar sus puertas
en 1943 bajo las sombras de la siniestra ocupación nazi de París. Pero su espíritu continuó viviendo en quienes siguieron sus pasos. Así fue como Nativa
Richard fue y es reconocida como una pionera mundial de la ilustración fetichista y
sus fotos llegan a mi blog. Bienvenue!
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ah! Que dichoso es constatar que ni los nazis pudieron con el fetichismo, una Diosa ( diva) de su tiempo.
ResponderEliminarSi que lo fue!
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