
Durante las últimas décadas y a través de un lento proceso de asimilación, la ropa fetichista que sólo habitaba en los vestidores de los burdeles y los dungeons de las dominatrices profesionales se ha integrado cada vez más dentro del rostro cambiante de la moda. Las botas altas, la lencería más atrevida y el cuero protagonizan desfiles sin alterar las pulsaciones pero basta que aparezca una modelo enfundada en latex para que las cejas se levanten en señal de admiración o de rechazo.
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Mistress Eve |
Desde el 2019 y más claramente en la postpandemia, las modelos en ropa de latex desfilaron su glamour BDSM para muchas de las grandes marcas como Vivienne Westwood, Balmain, Moschino, Thierry Mugler y Raf Simons y los looks de látex en las Met Gala neoyorquinas y diversas alfombras rojas son comentados durante semanas enteras.
Las chicas del pop y el hip hop no se quedan atrás; el guardarropa de latex es amado por estrellas como Cardi B, Katy Perry, Ariana Grande y Nicki Minaj. Esa moda ha desempeñado un papel protagónico en algunos de los momentos más cruciales de la cultura pop de la década. El hit de Rihanna S&M fue un golpe directo de fetichismo explícito comparable a aquellos legendarios videos de Madonna de fines de los noventa. Y por supuesto, si hablamos de fetichismo en los escenarios, cada presentación de Lady Gaga es una invitación a gozar de la mejor moda en latex, cuero y goma.
El del latex ha sido un largo viaje: desde las selvas tropicales hasta las mazmorras secretas de las dominatrices y ahora a los desfiles de la alta moda. El uso del caucho natural se remonta a culturas maya, azteca y olmeca (olmeca es una palabra que significa pueblo del caucho. América del Sur fue la principal fuente de látex hasta 1876 cuando fueron contrabandeadas las semillas de árboles de caucho amazónicos desde Brasil a Inglaterra. Así la obtención del latex se abrió paso hacia India, Sri Lanka, Indonesia y Malasia, países que hoy se encuentran entre los mayores productores de caucho natural.
La serie británica de espías The Avengers fue clave para difundir este tipo de ropa fetichista a la vista de todo el mundo. La protagonizaba una heroína feminista, Cathy Gale, interpretada por Honor Blackman y posteriormente y con mucho más éxito Emma Peel, por Diana Rigg. Con Emma Peel como arquetipo mediático, la apariencia no era sólo sexy sino también dominante y poderosa. La asociación con el BDSM era muy evidente. Emma Peel no sólo era una bella detective. Era una dominatriz.
Sutcliffe fundó AtomAge Magazine en 1972. La revista estaba llena de ingeniosas y eróticas imágenes de bondage fetichista y obtuvo un gran número de seguidores en la escena de la moda en Londres. Atrajo la atención de los pioneros británicos del punk, Vivienne Westwood y Malcolm McLaren, dueños de una boutique londinense en Chelsea llamada Let it Rock. Su famoso escaparate pasó a llamarse SEX en 1974, marcado por un letrero gigante hecho de goma rosa. Las prendas de látex eran marca registrada en SEX, donde pululaban fetichistas mezclados con la subcultura de los jóvenes punks. Con Westwood a la cabeza, la goma, el latex y todos sus estigmas se convirtieron en símbolos de rebeldía además de conservar su aura BDSM. Valerie Steele en su libro Fetish: Fashion, Sex & Power cita a Westwood: La ropa de caucho es aparentemente restrictiva, pero cuando te la pones te da una sensación de libertad. Esa contradicción sigue plenamente vigente.
En los años noventa hubo un resurgimiento del interés por Emma Peel y The Avengers. Varias protagonistas femeninas en películas de acción como Michelle Pfeiffer en Batman Returns, Angelina Jolie en Tomb Raider, Carrie Ann Moss en The Matrix y Cameron Díaz y Drew Barrymore en Charlie's Angels se vistieron siguiendo su ejemplo. También lo hizo Madonna para su video Human Nature.
Las connotaciones subversivas y estigmatizantes del Rubberwear, como se lo llama en el mundo anglosajón, han sido reemplazadas cada vez más por una asociación con el creciente poder femenino en el siglo XXI. La nueva mujer con poder no rechaza el latex. Tan pronto como me lo probé, me sentí como una supermujer y supe que quería usar esta tela para diseñar ropa, ya que pensé que otras mujeres podrían tener la misma sensación, dice Atsuko Kudo, la diseñadora de moda japonesa-británica detrás de Lady Gaga y Miley Cyrus. El latex dice: soy yo, hago lo que quiero, acepto lo que soy y lo disfruto. Ya no es un tabú, pero todavía tiene la capacidad de impactar.
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