miércoles, 15 de octubre de 2025

La magia de una sesión en primavera

 



   Viva la Primavera! exclama mi marido esclavo adorador mientras levanta levemente su mirada en forma de reverencia al segundo de enloquecer su lengua sobre mi empeine enfundado en negro nylon y mis pumps de charol también negros. 

   La Primavera es negra? No seas ridículo, le respondo restituyendo su lamida de pies con la punta de mis uñas rojas en sus orejas.

  Sí Señora! Usted es Perséfone en primavera, me retrucó con su voz entrecortada besándome cada una de mis uñas espinas de mi mano derecha para luego seguir dedicándose con pasión fanática en favor de mis zapatos negros.

   Me estás oliendo los tobillos como una chica adolescente, lo azuzo tratándolo de sissy, y sé que lo impulso a adorarme más con ese recuerdo de mi fervorosa juventud lésbica. Es que así absorbo toda la fragancia de una rosa floreciendo, me  susurra con sonrisa socarrona.

   Se incorpora, busca mi cabellera infinita azabache que está rejuveneciendo todo mi pensar y mientras cierro los ojos lo siento frotándose por mi pelo como león al sol pero en plena anoche de alcoba mazmorra.

   Una primavera un tanto artificial la tuya, sumiso, le reprocho suavemente mientras me veo como reina de un jardín apimpollado o de un bosque frondoso.

   Imagino un arcoiris en su falda, Madame, se mariconea él – ella posándose sobre mi falda de cuero negro que se aprecia más negra aún bajo la tonalidad rojiza de la luz tenue que irrumpe desde el diminuto velador escondido entre las cortinas.

   A estas alturas, la habitación mazmorra ha recorrido todos los colores de las penumbras. Vuelan mariposas de semen y gemidos. Toda la sesión fue pura espontaneidad, diálogo metafórico - vehemente que despierta en plena noche a mi sol primaveral que brilla en mi sexualidad apasionada.

   En septiembre o en marzo, según en qué hemisferio vivamos, la estación renueva la suprema definición de las artes amatorias que es la verdad conmovedora de la sensualidad en arcoiris que comprime lo multicolor de lo femenino con el paraíso negro de la Perséfone sádica.





miércoles, 1 de octubre de 2025

Siouxsie Sioux posando botas

 

   Siouxsie Sioux no necesita grandes presentaciones como cantante de rock. Mi hallazgo sobre ella son esta serie de fotos, sacadas entre 1980 y 1981 por Joe Bangay y Lynn Goldsmith en donde posa como una hermosa modelo fetichista de las botas. 


Enero



Febrero



Marzo



Abril



Mayo







Junio



Julio



Agosto



Septiembre



Octubre


Noviembre



Diciembre


sábado, 13 de septiembre de 2025

Miel de injusticia

 




Lo que muchos llaman amor, es elegir a una mujer y casarse con ella. La eligen, te lo juro, les he visto. Como si se pudiese elegir en el amor, como si no fuera un rayo que te parte los huesos y te deja estaqueado en la mitad del patio.

Julio Cortázar – Rayuela


   Me lo han dicho de diversas formas y con diversas palabras: los hombres con tendencias sumisas en presencia de una Dómina en rol (o sea en imagen y actitud), sienten una especie de terremoto mental. Un rayo que les parte los huesos. La necesidad romántica de entregarse a nosotras los obnubila. Sin más armamento que sus propios misiles de testosterona, sueñan, fantasean y se pajean con Nosotras como objetivo. Aclaremos que a diferencia de otro tipo de pajeros, ellos no agotan su búsqueda en el clásico coito: el suyo es un deseo mucho más profundo de ser sometidos por la mujer de sus fantasías, un deseo que los atraviesa, a veces a pesar de sí mismos y de sus propios intereses.  

   Para una Dómina exhibicionista como Yo, ese deseo, ese brillito de ojos, ese morderse del labio inferior al verme, esa vulnerabilidad  masculina imposible de ocultar, conserva toda la inocente perversidad del sexo, en la relación pura entre estímulo y respuesta. Estímulos de imagen, de tacto, de oídos atentos a la orden suave o estricta, a los aromas que exhalo, en fin... la respuesta a los sentidos, a lo sensual, la respuesta natural de un macho al estímulo de la hembra, la respuesta que no se enturbia con dialécticas ni academicismos.  No sólo les pasa a los varones: a muchas mujeres y travestis también las atraemos por la misma razón…y como he gozado gracias a ellas! No ocurre al revés porque la atracción sexual es una conexión directa con el instinto, con la emoción, con resortes que conectan con lo más profundo de la sexualidad humana y no puede ser diseñada desde un escritorio ni postulada desde un código. El deseo Femdom es real, auténtico, puro y honesto porque nace libre de toda clase de condicionamiento social. Y al ser así, es tan injusto como delicioso. Una miel de injusticia.

   Contrariamente a lo que a menudo se propone, la dominación femenina no es una forma de sexualidad vanguardista, subida a la ola del feminismo contemporáneo y los reclamos de visibilidades y derechos. Sus fundamentos están en otra época. No es un impulso revolucionario sino conservador. Oculta detrás de las jaulas y los látigos e invisible para el ojo que sólo se encandila detrás de las botas de taco alto, se esconde una permanente vuelta al pasado, la revalorización de la femineidad de la abeja reina libre de toda la amargura con que el feminismo la ha contaminado y endulzada en su núcleo genuino y eterno: la mujer atractiva despierta en personas de naturaleza sumisa el deseo de adorarla y complacerla. Es un volver a las fuentes, al manantial primordial en donde nos espera la bella Wanda, por supuesto vestida fetichistamente.

   Vivimos en una época en donde el pensamiento está dominado por el principio ético de alcanzar la igualdad en todos los terrenos, incluidos los sexuales. Enfrentada a esa vanguardia cultural que invade los dormitorios, la dominación femenina nos interpela…alcanzaremos el éxtasis orgásmico a medida que nos volvemos más iguales, los estímulos naturales son cada vez más domesticados por convencionalismos sociales y nuestras relaciones se vuelven cada vez más justas?  





jueves, 4 de septiembre de 2025

Operagloves en cuero II


   Te confieso que nunca me interesaron los castigos.

   Sé que nunca acepté ni aceptaré ser la servidora de un masoquista, castigándolo para que él goce. 

   Sé que nunca acepté ni aceptaré dedicarme a la domesticación de un sumiso. Si Mi Presencia no basta para rendirlo a mis pies, no me sirve. No voy a trabajar para él. 

   Sé que soy fervorosa creyente del poder de lo suave frente al poder del castigo. Lo suave como síntesis y exaltación de lo femenino. Entonces, te propongo una vuelta hacia lo primigenio, un “back to the basics” hacia el estilo de aquellas Divas que nunca necesitaron dar órdenes ni azotar para que los hombres (no digo sumisos, digo hombres) estuvieran a merced de sus deseos. 

   Esas Divas nunca salían a la calle sin guantes. 

   Las manos femeninas son pequeñas. No tienen la fuerza de un hombre. Podemos ser frágiles, vulnerables. Sin embargo, el poder de nuestras pinzas acariciadoras son capaces de rendir al más rústico y fornido de los machos y volverlo un ser dócil dedicado sólo a cumplir nuestros deseos. 

   Los guantes son largos, más allá de nuestros codos. Ideales para feminizar brazos y acelerar pulsaciones. Me gusta sentirme Hembra, dibujando en el aire con mis enguantadas garras. 


Mistress Roxy



Enero. Sofía Loren



Febrero. Penélope Cruz



Marzo. Joan Collins



Abril. Adriana Lima



Mayo. Angelina Jolie



Junio. Brigitte Nielsen



Julio. Gloria Trevi



Agosto. Gwen Stefani



Septiembre. Irina Shayk



Octubre. Miley Cyrus



Noviembre. Milla Jovovich



Diciembre. Thalía


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