domingo, 14 de octubre de 2018

Historias lesbianas. Frede y Carroll's.



Fue el director  de cine Luis Saslavsky quien me contó, a fines de la década de 1980, la historia de Frede, una de las lesbianas más notorias y bellas de Francia entre los años 1930 y 1960. Pensé que Luis me estaba narrando una historia inventada. Hace un mes, en París, descubrí que me había dicho la verdad porque vi en una librería un volumen en cuya tapa había una cara… de mujer o de hombre?, de una seducción invencible. El título del libro era Frede, del periodista y economista Denis Cosnard.

Hugo Beccacece




Un mito erótico del siglo XX


   Quien fue Frede?

   Frede, nacida Suzanne en 1914, hija de un agente de seguros y una artesana que arreglaba plumas, estudió diseño industrial y empezó a trabajar pintando los decorados del Folies Bergère, el famoso cabaret en el que debutaron Joséphine Baker o Maurice Chevalier. El mundo del cabaret fue una auténtica revelación para Frede, que quedó enamorada de ese ambiente: eran los años de Paul Derval y el music hall. Había, sin embargo, un lugar más adecuado para las chicas como ella: Le Monocle.

   Fundado en 1932, Le Monocle era un cabaret para mujeres en el que abundaban las prendas e ítems masculinos. Por ejemplo, el traje smoking, verdadera arma feminista de la época, los relojes de caballero o el monóculo, de que el cabaret tomó su nombre.  Vestirse de gentlemen era una manera de borrar las diferencias de sexo, escandalizando de paso a las casas de moda, que temían la ruina si a todas les daba por vestir trajes de hombre y también a las chicas parisinas que se iniciaban en el lesbianismo casi sin quererlo. Era la época de las garçonnes, aquellas mujeres que para conquistar los derechos de los hombres, elegían vestirse como ellos.

   En Le Monocle, Frede dejó de ser Suzanne y empezó a cultivar su look masculino, cortándose primero el pelo y cambiando después sus blusas y faldas por camisas de seda blanca, pajaritas de afiladas puntas y chaquetas de traje de color negro. Con el tiempo, se convertiría en la mujer-chico más conocida y elegante de París. Una noche de 1936, Marlene Dietrich la invitó a su mesa y esa misma noche la escogió como amante. Después de su papel en Marruecos, película en la que la alemana lució smoking y sombrero de copa, Marlene se había convertido en la reina de las garçonnes, y es de suponer que consideraba aquel cabaret de Montparnasse como una especie de embajada que debía honrar con su visita cada vez que pisaba París. Al fin y al cabo, unos años antes, Chiappe, el prefecto de policía de la ciudad, había amenazado con detenerla si se continuaba paseándose vestida de hombre. Con sus monóculos y su trajes negros, Frede y las demás chicas de Le Monocle eran las perfectas partners in crime de Marlene.


Marlene

   La noche en que se conocieron, la Dietrich iba de femme fatale y vestía un elegante abrigo de pieles. En su muñeca, llevaba un brazalete con la forma de una serpiente, que se retorcía alrededor del dorso de su mano y se enrollaba a lo largo de su dedo índice. La joya, según le dijo Marlene a Frede, le servía para ahuyentar a los hombres que querían besarle la mano. Luego, en el hotel Lancaster, ella dejó que la joven andrógina espantara a la víbora y se la besara. Empezaba así un apasionado romance lésbico  que duraría cuatro años, interrumpido por la guerra y los rodajes de la estrella.


Marlene y Frede


   Aprendidos los secretos de la noche, Frede decidió probar suerte y abrir su propio club. El primero, inaugurado en Montmartre en 1938, fue La Silhouette, llamado así en homenaje al cabaret que Adolf Hitler había clausurado en Berlín después de subir al poder. Era el nightclub favorito de la Dietrich en la época de El ángel azul y fue Marlene quien lo patrocinó. Después, cuando los nazis ocuparon París, Frede huyó a Biarritz y creó el Touch-Wood, un bar de jazz. Después de la guerra y con el triunfo de los Aliados, Frede regresó a París y abrió en la lujosa zona de Champs-Elysées el que sería su club más exitoso: Carroll’s. Corría el año 1948.

   Carroll’s se convirtió en uno de los  lugares favoritos del jet-set internacional en París. Allí se divertían diplomáticos, banqueros, princesas, cantantes de moda y estrellas de cine. Errol Flynn cuenta en su autobiografía que.. Frede vestía mejor que cualquier hombre que yo haya visto. Producía el efecto de un colegial inglés sofisticado. Su corte de pelo lucía mejor en ella que en cualquier hombre. Una noche, Rita Hayworth llegó del brazo del entonces joven ministro François Miterrand. Carroll’s fue el primer club que permitió que las mujeres bailasen juntas, y aunque hacía años que el pelo largo había vuelto, Frede siguió abogando por el corte a lo garçonne. En 1950, la bella y sensual María Félix entró por primera vez en Carroll's y se enamoró de un ser andrógino irresistible: era Frede, vestida de smoking. María, ya famosa en todo el mundo, cayó esa misma madrugada rendida a los pies de la reina - rey de las noches parisinas. Es en este punto donde empieza la conexión argentina en esta historia, introducida por Hugo Beccacece en el primer párrafo.


María

   El director de cine argentino Luis Saslavsky había conocido a Frede, probablemente en París o en México, cuando dirigió a María Félix en La corona negra (1951). También debió de haberla tratado en Buenos Aires, cuando María vino para ser la protagonista de La pasión desnuda (1952), dirigida por Luis César Amadori, junto con Carlos Thompson, quizás el actor argentino más buen mozo de la época. Fue inesperado e inevitable: Thompson se enamoró de María y ella aceptó con placer a aquel notable ejemplar masculino. Los rumores de esa relación llegaron a París y Frede se vino a Buenos Aires en un avión para controlar a su amada. Algo no develado pasó y Frede se volvió sola a París.


María y Carlos

   A los pocos meses, María rompió con Thompson y regresó a México para casarse con el cantante Jorge Negrete. Pero Negrete fallecería en diciembre de 1953, a los cuarenta y dos años. Entonces María regresó a París para consolarse en los brazos de Frede. La estrella mexicana le regaló a su recuperada amante francesa dos magníficos anillos de brillantes de nueve quilates cada uno.


Jorge y María

   Después de tres años de pasión con María, Frede se concedió una escapada clandestina con otra mujer. María, enfurecida y despechada, inició un juicio contra ella, acusándola en los tribunales de robarle los dos anillos que le había regalado. También le reclamó un cuadro que Leonor Fini había pintado de las dos mujeres, y que, una vez recuperado, la Doña pidió que modificase, cambiando el rostro de Frede por el suyo. El proceso fue un escándalo pero al final, Frede fue absuelta.

   La separación de María marcó la cima de la carrera mediática de Frede pero también el comienzo de su lenta decadencia. Carroll's cerró en 1960. Un año después Frede abrió un segundo Carroll’s  pero debió resignar los costos de la orquesta en vivo y rendirse al bajo precio del tocadiscos y un discjockey. La segunda boite nunca tuvo el esplendor de la primera. Las discotecas de los sesenta, con sus chicas en minifalda y botas blancas, comenzaban a reemplazar a los viejos nightclubs de las divas mitológicas.

   Cuando finalmente comprendió que su estrella se había apagado, Frede se retiró a una casa en el campo. Para entretenerse, pintaba. En octubre de 1973, expuso sus obras en una galería de París. Fue su última aparición triunfal. Murió ignorada el 13 de febrero de 1976 en una granja de Mareil-le-Guyon en donde se había recluido.

   Carroll's estaba en el número 36 de la rue de Ponthie, a una cuadra de la Avenue des Champs-Elysées y a pocos metros de la estación de metro Franklin Roosevelt. En el mismo sitio, hoy está el cabaret Pink Paradise, que ofrece cenas con shows de striptease. Me pregunto si las bailarinas serán conscientes de que mientras se contonean al bailar en el poledance, sus tacos altos de acrílico están pisando un suelo que es sagrado.






Fuente
https://www.lanacion.com.ar/2152652-un-mito-secreto-del-siglo-xx
http://www.revistavanityfair.es/celebrities/articulos/frede-marlene-dietrich-lesbianas-paris/25781




2 comentarios:

  1. Desconocia el pasado lesbico de Maria Felix Mistress, siempre aprendo algo con sus posts. Maravilloso como siempre.

    ResponderEliminar
  2. Estoy muy atenta a encontrar estas historias y volcarlas en mi blog. Gracias, mi amor

    ResponderEliminar

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...