Si hablamos de dominación femenina, de su difusión y de lo que hoy se considera universal y explícitamente como Femdom, son muy pocas las mujeres que merecen el título de pioneras. Para quien esto escribe, luna de ellas, quizás la primera de todas es Diana Rigg. En homenaje a ella, el 5 de diciembre pasado, la periodista Verónica Chiaravalli publicó en el diario La Nación la siguiente columna.
Charme y burbujas para cerrar el año
Ninguna con su charme. Nadie como ella para soltar una patada de karateca a la velocidad del rayo y capturar villanos sin mancillar su inquietante catsuit negro ni sus preciosas botas de caña alta, combinadas a la perfección con esos fabulosos vestiditos mínimos, de estampa psicodélica o geométrica. Todo en ella se vio primero o lució mejor: el mono amarillo, precursor del que años después vestiría Uma Thurman para encarnar a la asesina justiciera de Kill Bill, los equipos de falda o pantalón, tan chic, diseñados en bloques de color, la melena lacia pero viva, liberada de las rigideces del fijador, con la que soñaban, en cada peluquería de barrio, las adoratrices de la toca. Emma Peel, la señora Peel, interpretada por Diana Rigg, fue la protagonista única de una serie irrepetible, Los vengadores, que durante ocho años, vale decir, toda la década de 1960, fascinó desde la televisión británica a los espectadores de todo el mundo.
A modo de homenaje y también como cierre festivo del año, el British Arts Centre programó en su sede la proyección de cuatro capítulos de la serie, pertenecientes a la cuarta temporada (la de 1966, una de las tres en las que brilló Rigg). Con entrada gratuita, se exhiben en inglés y subtitulados en castellano. Todavía quedan dos por disfrutar. El jueves 11, a las 18, se verá La casa que Jack construyó, en el que Emma es desafiada por la inteligencia siniestra de una mole de ladrillo; y la semana siguiente, Miel para el príncipe, trama de ribetes orientalistas (petróleo, jeques y hasta un harén incluidos) que envuelve a la señora Peel y a su compañero perpetuo: el imperturbable señor Steed (magnífico Patrick McNee).
El humor ingenioso, la sutil tensión erótica entre los protagonistas y una estética original, que equilibraba la elegancia con la fantasía y la autoparodia amable, hicieron de Los vengadores un fenómeno de público que trasladó su fidelidad a la Red. Para comprobarlo, alcanza con visitar el sitio TheAvengers.TV. Creado por David K. Smith en 2001, congrega en la actualidad a una cantidad de páginas web de distintos países dedicadas al tratamiento de la serie en sus diversos aspectos. Se presenta como una "enciclopedia virtual" donde se puede encontrar un análisis de cada capítulo, del primero al último; tiras y demás versiones gráficas de la serie. A Guide to Avengerland ofrece una recorrida por las distintas locaciones de la historia.
No ha de faltar, seguramente, alguna consideración sobre esa mínima epifanía que el espectador saboreaba como propia, cada vez que el señor Steed y la señora Peel hacían aparecer de los lugares más insólitos dos copas de champagne, y brindaban con la satisfacción de la tarea cumplida y la promesa de una nueva humorada en los ojos chispeantes.
Verónica Chiaravalli
Verónica Chiaravalli
Para cerrar la columna, la señora Emma Peel se merece un video. Qué mejor que uno que la muestra en algunas de las famosas escenas en The Avengers, ambientado con la música tan british y tan sixtie de The Kinks. You really got me.
http://www.lanacion.com.ar/1749682-charme-y-burbujas-para-ir-cerrando-el-ano
Ah Mistress!! Diana Rigg, la unica chica que consiguio llevar a James Bond al altar! Yo la adoro, es una lastima pero es muy dificil conseguir la serie completa en España. Toda ella es un maravilloso icono de los 60. Los capitulos en color de Diana son de lo más grande que se ha hecho en television, aún recuerdo cuando se reemitieron para los de mi generación durante un escaso perido de tiempo en la televisión publica. Ni que decir tiene que Diana me cautivo nada mas verla aparecer con aquel traje ajustado y aquella deliciosa melena balanceandose en su rostro. En Inglaterra es un icono cultural y en Francia es una serie de auténtico culto ( por cierto, en Francia se llamo "Sombrero de hongo y botas de cuero" y es que los franceses enseguida percibieron el lado fetiche de la serie. ) Fue Patrick McKnee quien insistió en que las chicas vistieran muy ajustadas y a ser posible de cuero negro y la primera chica Honor Blackman así salia con auténticos episodios en que podría confundirsela con toda una domina. Cuando se le preguntaba a Patrick que porqué había sugerido aquello siempre lucía una estupenda sonrisa en su rostro jaja!
ResponderEliminarBesos mistress.
Jo tía como molas, estás bien empapada de la serie, quiero verla joooo
EliminarPatrick, un grande!!! Que buen comentario gerita! Gracias por compartirlo. Gracias por enseñarnos tanto. Con lectoras tan atentas, qué mejor que irse perfeccionando.
EliminarNo he tenido oportunidad de ver esta fantástica serie, la he visto a trozos, pero al volver a recordar viendo tan maravilloso video he de decir que me fascina Diana Rigg por lo escandalosamente guapa que es y con esos preciosos conjuntos que lleva. Con esa estética de los 60 tan fina y deliciosa mmm... me voy a hacer fan de la serie YA!!!
ResponderEliminarBesitoss y gracias por tan bellos hallazgos Mistress!!
Diana no podía faltar en mi Magazine. Gracias Merceditass!!
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