Dita Von Teese. Operagloves Fetish

 

   Quienes conocimos las revistas eróticas de los años noventa, la década inmediatamente anterior a Internet, seguramente recordaremos muy bien la deliciosa sensación de cosquilleo que nos provocaba las producciones fotográficas de una jovencita que se hacía llamar Dita Von Teese, vestida con lencería fetichista, protagonizando stripteases o apelando sin rodeos a la nostalgia de Bettie Page.

   En tres décadas, Dita fue todo eso y más: el glamour de la época dorada de Hollywood, la tradición del burlesque, el pasión por la lencería y los maquillajes, el brillo oscuro del fetichismo sado, la gracia atemporal del striptease como arte de la danza. Una deliciosa mezcla de todo lo que es hermoso. 

   Dita es polifacética; desde su debut mediático en 1996 para la revista The Book of Lingerie, ha enriquecido todas y cada una de las formas de la femineidad y el fetichismo, siempre con una sonrisa, siempre gozando, nunca cayendo en el facilismo de las consignas politizadas. Si el siglo XXI es el que llevó la fantasía fetichista Femdom hasta niveles insospechados de extravagancia, seguir a Dita Von Teese nos ha demostrado que esa extravagancia no es incompatible con las otras culturas propias de la femineidad. Cuando Dita viaja por el mundo, viajan junto a ella Marlene Dietrich y Marilyn Monroe, las dominatrices sado, las bailarinas burlesque y las drag queens. Todas van con Dita y Dita viaja en todas. 

   Estas doce fotos de Dita Von Teese llevando guantes largos operagloves en cuero es una hermosa demostración de esa versatilidad. Cuando Dita se pone los guantes largos, se lucen en trajes de dominatriz, en vestidos glamorosos o con lencería burlesque. El arte de Dita es combinar todos los estilos de la femineidad para hacer su propio estilo. 

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