viernes, 21 de febrero de 2020

Mujeres bisex a la vista






   Yo no participo en aplicaciones de citas como Tinder y tantas otras cuyo objetivo es conectar personas en búsquedas sexuales. Desconozco los códigos que se manejan en esas comunidades virtuales pero no dejo de estar atenta a comentarios que me llegan en forma directa por sus participantes o por notas en los medios.

   Algo de ese mundo me ha llamado la atención en estos últimos meses. Diversas alarmas de corrección política parecen estar encendiéndose debido a que una de las búsquedas sexuales más comunes por lejos, parece ser la de una pareja mujer – hombre que declara su intención de sumar a una mujer bisexual para concretar un trío MHM. Mujeres con militancia en causas feministas han comenzado a denunciar y a condenar lo que ellas consideran una actitud machista: a saber, la mujer bisexual soltera es convertida en un fetiche de los hombres hetero casados que consiguen que sus esposas acepten a una tercera en su cama para que él viva su fantasía de encamarse con dos minas. Mujer bisexual se busca parece ser la consigna de la cacería en las redes.

   Quienes critican esta forma de búsqueda terminan aceptando de mala gana que no deben inmiscuirse en relaciones consensuadas entre adultos pero no dejan de señalar a las redes de sexo como un campo de batalla más en donde el patriarcado expone sus garras. Hay dos aspectos de este asunto que parecen ser los más irritantes.

  • Entre las propuestas para formar tríos, la fantasía MHM supera ampliamente a HMH.
  • La bisexualidad femenina es ampliamente promovida por las parejas casadas mientras que la masculina es ignorada o directamente rechazada.


   La conclusión a la que se llega es que la sexualidad lésbica está siendo totalmente objetivada en las redes de búsqueda por hombres hetero casados que le han encontrado la vuelta para vivir sus fantasías orgiásticas y voyeuristas bajo el paraguas de la liberación y la ruptura de tabúes femeninos.

   Nada de lo antedicho es nuevo para mí: estas conductas las he observado siempre en el ambiente de las discotecas swingers a las que concurro a menudo desde hace muchos años. Para mi entera satisfacción, he vivido muy placenteras experiencias lésbicas con mujeres casadas y a veces hemos incluido al marido de ella, pero generalmente lo hago con los hombres limitados solamente a mirar. Tengo muy claro que en la mayoría de los casos, ellas están allí porque ellos las convencieron de ir. Si fuera por ellas mismas, nunca pondrían un pie en un club swinger. Pero una vez rotos los prejuicios de la monogamia heterosexual e iniciadas en los placeres de Safo, me he sorprendido muchas veces de lo fogosas que pueden llegar a ser algunas mujeres cuando se sueltan conmigo para gozar de un rato de sexo entre hembras sin ningún tipo de compromiso afectivo.   




   Creo que una vez más, cierta militancia feminista cuestiona comportamientos sexuales porque parte de la base de una igualdad entre los sexos que sólo existe en el discurso pero que no tiene anclaje real.  En lo que respecta a la igualdad de derechos, todas estamos de acuerdo. Pero plantear un escenario de igualdad de deseos nos lleva a un callejón sin salida porque a las supuestas beneficiarias no les interesa en lo más mínimo alcanzar dicha igualdad. A pesar de tanta alharaca sobre la revolución sexual, a mis congéneres féminas el sexo por pura diversión, sin compromisos afectivos, les interesa mucho menos que a los hombres. Años de Cosmopolitan y Sex and the City no movieron demasiado el amperímetro. Pueden las mujeres tener sexo como los hombres? se preguntaba Carrie Bradshaw en el primer episodio de Sex and the City, hace más de veinte años. Una pregunta que sigue sin tener respuesta porque como poder, pueden. El asunto es si quieren.

   Un trío con dos mujeres bisexuales es la fantasía dorada de todos los hombres y no se preocupan en ocultarlo. Si la mujer argentina promedio deseara concretar con la misma intensidad alguna fantasía sexual, las redes de contactos ya habrían tomado nota. Si todavía no ocurrió, es porque dicha fantasía no existe.

   No es el patriarcado, es la naturaleza.




8 comentarios:

  1. "No es el patriarcado, es la naturaleza.". Es perfecta esa definicion, ojala podamos contactarnos mientras te ofrezco mi blog con historias 100% reales con mi sumisa.

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  2. Muy interesante entrada Mistress Roxy, que toca temas muy profundos. ¿Somos más bien; naturaleza, instintos, deseos primigenios? ¿O somos, sobre todo, respuesta a los condicionamientos sociales? Estoy de acuerdo en bastantes puntos de Su planteo, pero tengo algunos matices de diferencia.
    Siguiendo a pensadores como Jean Paul Sartre o José Ortega y Gasset, creo que somos una constante interrelación entre ambas cosas. Los filósofos mencionados tenían diferencias en muchos campos, pero coincidían en este punto. Puede verse en frases como: “la libertad es lo que podemos hacer con lo que han hecho de nosotros” (Sartre) o la definición: “yo soy; yo y mis circunstancias” (Ortega). Me resulta tan difícil pensar en una construcción social que no tenga algún basamento previo en nuestros instintos, como creer que podemos estar completamente ajenos a lo que el entorno nos transmite. Instintos y sociedad, a veces se oponen, a veces se retroalimentan, pero creo que siempre se interrelacionan.
    Seguramente las proporciones varían de unas personas a otras. Es probable que en una persona tan libre y dominante como Usted, Mistress Roxy, el peso de los condicionamientos sea relativamente pequeño. Pero personas como Usted hay muy pocas, y mujeres, aún menos. En el otro extremo, todos conocemos hombre y mujeres con ataduras mentales que nos hacen suponer que están prácticamente desconectadas de sus verdaderos y profundos deseos, teniendo siempre presente, en cambio, qué es lo que pensará el vecino. En el medio, somos muchas las personas que tenemos grados variables de libertad, dependiendo del rubro, las circunstancias, el momento.
    Es interesante tomar el ejemplo que da Usted, de las mujeres que concurren a reuniones principalmente para darle el gusto al marido y cuando caen bajo Su poderosa seducción, dan rienda suelta a deseos que quizás ni siquiera eran conscientes de tener. En ese ejemplo, Usted actúa como un fuerte contrapeso del condicionamiento social, ayudándolas a conectarse con fantasías dormidas que aprovechan ese momento para florecer.
    Creo que si la sociedad avanza hacia mayores grados de libertad para la mujer, en todos los aspectos, de todas maneras habrá muchos más hombres que mujeres persiguiendo este tipo de fantasías. Pero seguramente, la desproporción será menor de la que es ahora.
    Parafraseando su remate, según mi óptica, lo modificaría ligeramente:
    Es la naturaleza, ayudada por el patriarcado.
    Princesa

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    Respuestas
    1. Gracias por tu aporte y por proponer un debate. Estamos de acuerdo con respecto a las ataduras que siguen pesando sobre las mujeres. Lo que yo creo es que las mujeres son responsables de sus propias ataduras. No son las victimas de ningun sistema patriarcal. Estan muy cómodas en su nido de ataduras, sin arriesgar nada.
      Yo sigo sin poder creer lo pacatas que son las mujeres de mi edad, en el mundo de hoy, y lo autoritarias que son muchas jovenes que han cambiado un mandato por otro.
      "Instintos y sociedad, a veces se oponen, a veces se retroalimentan, pero creo que siempre se interrelacionan."
      No creo que la sociedad pueda tener peso en los gustos sexuales intimos de una persona inmersa en la sociedad multiinformada de hoy.

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    2. Sí Mistress Roxy, entiendo Su posición. Para Usted las fantasías sexuales son algo individual, que, por decirlo de alguna manera, permanecen incontaminadas de aquello que venga del exterior.
      Por mi parte estoy absolutamente de acuerdo en que en este tema no hay ni víctimas, ni victimarios, jamás hablaría en esos términos. Simplemente pienso que aquello que viene de “afuera”, sea la educación, el entorno de cada uno, los mandatos sociales, etc, sí tienen alguna influencia, incluso en nuestros pensamientos, deseos y fantasías. No las determinan, por supuesto, pero, al menos en la mayoría de las personas, creo que “empujan” en ciertas direcciones.

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    3. Que gran gusto da leer este tipo de comentarios, tan rico en contenido y argumentos como los que Mistress Roxy propone en la nota.
      Humildemente y compartiendo mi experiencia real de aquellos tiempos de Swinger con ustedes. Aclarando que fueron experiencias vividas hace más de una década y que para nada se cruzaron con el largo periodo FemDom que vino después y que sigue en la actualidad con altibajos, pero que en perspectiva no deja de mostrarnos una evolución, donde lo que más abundan son las experiencias y los diferentes conocimientos que se van sumando de cada una de ellas.
      Si bien las experiencias en trios HMH o MHM están casi igualadas en cantidades, por eso de que se dieron en todos los casos con otros matrimonios y donde los trios siempre estuvieron acordados. Aunque resulte difícil de creer, en mi caso, me sentía más cómodo siendo dos contra una mujer. Digamos que me veía un poco más librado de esa presión de tener que cumplir con el mejor servicio que me fuera posible ofrecer a dos mujeres, siendo que los hombres estamos muchísimo más limitados en nuestras capacidades en comparación con una mujer a la hora de dar o recibir placeres. Es así que resultaron más satisfactorias las experiencias MHM (y creería que así fue para todos). Otra cosa que también se nota, es que la mujer se ve mejor atendida y por ende satisfecha a la larga. Pero al darse esas situaciones con parejas formadas, digamos que lo más justo y equilibrado era que la pareja estuviera presente en todo momento. Daba más paz y tranquilidad, evitando esa incertidumbre del no saber lo que pasó realmente por no haber estado presente.
      Ahora bien, desde que comencé a transitar los caminos del FemDom no se dieron más relaciones abiertas con terceros, por lo que no tengo opinión formada. Aunque suene contradictorio, ahora no creo estar preparado para un trio HMH, mucho menos si me impone a mí solamente un rol sumiso. Quizás siendo dos los sumisos y pasando por experiencias similares la cosa podría ser más asequible. Si Mi Reina quisiera estar con otra mujer (sea esta sumisa o no) y que mi actuación quede limitada a ser testigo o si por instrucciones de mi dominante deba servir a su acompañante quizás también me resulte más fácil de aceptar.
      Creo que para nosotros la cosa no pasa ni por patriarcado, ni por imposición del FemDom, sino más bien por encontrar a las personas correctas que puedan aportarnos desde su rol lo que nuestra relación en ese momento esté buscando y acotando cada experiencia a su propio contexto. Evitando así futuras interferencias o que se nos nuble el horizonte FemDom al que aspiramos por caer en situaciones desafortunadas. Que lamentablemente las puede haber desde el momento de reconocer que no todos actuamos de igual manera emocionalmente hablando y muchos confunden luego mandarinas con limones, o lo que es peor con manzanas.
      Creo que es un tema del que se puede escribir y profundizar mucho de acuerdo a las posiciones que cada uno tenga al respecto. El sólo hecho de aceptar las relaciones Swinger, FemDom, MaleDom o BDSM en general nos deja frente a un abanico casi infinito de posibilidades, posturas filosóficas (por así llamarlas) y prácticas sexuales donde cada uno tendrá su posición tomada, como así también rechazos a muchas de ellas por lógica oposición de intereses.

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    4. MiodeElla, muchas gracias por tu comentario tan real. Me quedo con esta frase de tu tiempo swinger que me parece muy sensata.

      "Aunque resulte difícil de creer, en mi caso, me sentía más cómodo siendo dos contra una mujer. Digamos que me veía un poco más librado de esa presión de tener que cumplir con el mejor servicio que me fuera posible ofrecer a dos mujeres, siendo que los hombres estamos muchísimo más limitados en nuestras capacidades en comparación con una mujer a la hora de dar o recibir placeres."

      Habiendo participado en muchas experiencias, te aseguro que si los hombres no entran en competencia entre ellos, en ese tipo de trios HMH la cosa fluye mucho mas facilmente porque la mujer dirige a los dos. En cambio donde somos dos las hembras, bueno...al pobre tipo se le puede transformar muy facil su sueño en pesadilla.

      De tu tiempo Femdom, te felicito por tu conducta de dejarla decidir a tu Reina. Los britanicos suelen decir Happy wife, happy life. Y no les falta verdad.

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  3. Que lejos estoy como sissy de poder vivir experiencias como la que aqui se comentan, pero como me gustaria y tanto que lo fantaseo

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